Tras el excelente partido realizado por el Sporting ante el Almería, tocaba comprobar si el equipo sería capaz de repetir semejante despliegue de juego ante un rival, el Fuenlabrada, que hasta la fecha se había mostrado inexpugnable en su feudo. Y de paso conseguir la primera victoria lejos de Gijón, donde en los anteriores cuatro desplazamientos, únicamente se había sido capaz de sumar dos empates y anotar un único gol.

Si algo funciona para qué cambiarlo, debió de pensar José Alberto cuando decidió repetir el mismo once que apabullase con su juego ofensivo al Almería en El Molinón Enrique Castro 'Quini'. Y quizás ahí cometió el error de infravalorar el enorme esfuerzo realizado por sus jugadores el pasado jueves. Y es que de nuevo al Sporting le tocaba enfrentarse a un equipo que había dispuesto de dos días más para preparar el partido. Es el calendario, dirán algunos, pero parece que este siempre penaliza a los mismos.

Lo cierto es que el Sporting realizó una más que aceptable primera parte, si bien también es verdad que sin la borrachera de ocasiones de que dispuso en el último partido. Pero tener, las tuvo. Como la de Nacho Méndez ya en el minuto 3, y que marró con su pierna mala.

Fueron precisamente Nacho y Cristian de lo mejor en el Sporting en este primer periodo, donde quizás se echo en falta más presencia de Manue Garía en fase ofensiva. Al talentoso ex canterano le volvieron a someter a un férreo marcaje con continuas faltas, impidiendo que pudiese dar ese último pase que le hace distinto al resto de jugadores de la categoría.

Pronto se vio en las filas de los locales que Hugo Fraile, durante tres temporadas jugador rojiblanco, le tenía más ganas que nadie al partido. El interior derecho fue un verdadero incordio para el Sporting durante todo el tiempo en el que estuvo sobre el césped.

Tras una ocasión para el Fuenla en el minuto 11, la mejor oportunidad fue para el Sporting, con el intento de vaselina por parte de Carmona en el 29. Eran minutos donde los hombres de José Alberto, vestidos de ese negro que empieza a considerarse gafe, intentaban por todos los medios perforar la bien plantada defensa local. Recurrieron así repetidamente a balones en profundidad hacia Alvaro Vázquez, intentando que este en una de esas acciones lograse cogerle la espalda a sus defensores. No lo consiguió.

Se llegó como parecía casi cantado al descanso con empate a ceros, con dos equipos que si bien habían buscando con ahínco la meta rival, sin pecar en absoluto de conservadurismo, habían sido superados siempre por la defensa contraria. Nada hacía presagiar sin embargo el cambio que sufriría el partido en la segunda mitad. Y eso que el primer saque de esquina nada más reanudado el encuentro fue para el Sporting.

La jugada tonta de la jornada pudo venir en el minuto 54, cuando tras parar el árbitro el juego con el balón en poder del Fuenlabrada al estar Damián caído en el suelo, el colegiado dejó la pelota casi a placer para que Clavería a bote pronto, disparase sobre la portería de Mariño, estrellándose el esférico en la mismísima escuadra. La acción desencadenó las protestas en el banquillo sportinguista, siendo expulsado uno de los auxiliares de José Alberto.

La que pudo ser la primera asistencia real de gol de un colegiado en un partido de fútbol, hizo que el público local del pequeño Estadio Fernando Torres de Fuenlabrada se animase, empujando a los suyos hacia adelante, sin que a partir de ese momento el Sporting prácticamente diese una más a derechas. Ni a izquierdas ni por el centro.

Llegó así casi de inmediato en el minuto 58 el primer gol del Fuenlabrada, en una muy buena jugada de ataque de los azules, moviendo con rapidez el balón de un lado a otro del área sportinguista, sin que nadie pudiese evitar el remate final con todo el cuerpo y casi sobre la línea de gol de Cristóbal Márquez.

Tocaba remontar, algo que este Sporting todavía no conoce lo que es. José Alberto movió de inmediato el banquillo, dando entrada a Uros por Alvaro Vázquez. En la media hora de la que dispuso el serbio, apenas si pudo entrar en contacto con el balón. Y cuando lo hizo tampoco estuvo acertado, al igual que no lo estaba ninguno de sus compañeros.

Poco después quien se retiró fue Aitor García, visiblemente fatigado, para ser sustuido por Traver. El valenciano tampoco aportó nada a un equipo que ya naufragaba a la deriva ante la total impotencia de su entrenador.

Después de un soberbio paradón de Mariño en el minuto 71, el juego se detuvo ante la sorpresa general de unos y otros, para revisar un supuesto penalti. No sirvió el VAR y tuvo que ser el propio colegiado Díaz de Mera quien fuese a ver en persona las imágenes. En ellas se podía apreciar un pisotón absolutamente involuntario de Babin, que el árbitro no dudó en sancionar con la pena máxima. Muy riguroso.

De nada le sirvió a Mariño adivinar la trayectoria del lanzamiento de José Fran. El disparo de este, duro, a media altura y pegado al palo izquierdo fue imposible de detener para el portero gallego. Era el dos a cero y con un cuarto de hora por delante más el descuento, el Sporting se perdió definitivamente. Si es que alguna vez había estado presente en los segundos cuarenta y cinco minutos.

Con el partido entregado por completo, realizó José Alberto su último cambio en el minuto 77, retirándose Cristian y entrando por él Pedro Díaz. El asturiano trató al menos de que su presencia no pasase inadvertida.

Victoria por tanto merecida para un Fuenlabrada que resultó muy superior en el segundo tiempo, y que sobre todo, supo aprovechar los errores de la zaga sportinguista, donde ni Damián ni Unai, tuvieron su mejor partido. El Sporting volvió a dar otra de arena, mostrando una preocupante capacidad para sobreponerse a un marcador adverso.

Con los tres puntos logrados, el recién ascendido Fuenla, suma ya 17 puntos y se mete de lleno en la pelea por el ascenso. El Sporting por su parte se queda con 11, más cerca otra vez de los puestos de abajo que de los de arriba. Dos victorias en diez encuentros es un bagaje muy pobre para cualquier conjunto con aspiraciones de conseguir algo grande. Y para cualquier entrenador, claro está.

Es de esperar por ello que durante la próxima semana, de nuevo la figura del entrenador vuelva a estar en entredicho. Así es el fútbol. De manera que el próximo sábado ante el Alcorcón, José Alberto tendrá otro particular 'match ball' que salvar. Que lo consiga sería lo mejor para el Sporting. Desear lo contrario no sería propio de nadie que merezca ser llamado sportinguista.

Post Scriptum: en redes sociales se han podido ver las condiciones, para nada cómodas, a las que la nutrida afición rojiblanca presente en el Estadio Fernando Torres tuvo que hacer frente. En ese sentido, no estaría mal que la Liga exigiese unos mínimos necesarios y que en Fuenlabrada parece que no se cumplieron.

Post Scriptum: las imágenes de las condiciones