Manu García le abrió la puerta que el pasado verano cerró para iniciar una nueva etapa en el Betis. Dani Martín visitó ayer a sus excompañeros en Mareo aprovechando unos días de descanso después del partido que le enfrentó al Eibar en Ipurua. El gijonés se dejó ver por primera vez en las instalaciones rojiblancas tras su traspaso al conjunto bético a cambio de 5 millones de euros, el mismo que fue clave para que el cuadro rojiblanco pudiera firmar a su amigo Manu García.
A Dani Martín le toca esperar una nueva oportunidad. Titular en la dos primeras jornadas de Liga, la goleada del Betis ante el Barcelona (5-2) pareció pasarle factura. Rubi, técnico del conjunto andaluz y exentrenador del Sporting, le dio la alternativa a Joel Robles y, desde entonces, el meta gijonés sólo ha tenido minutos en Copa del Rey. En Sevilla se ha encontrado con un gran aliado, el asturiano y también exrojiblanco Diego Tuero, junto al que trabajó durante los últimos años. Entre medias no han faltado las llamadas de las sub-21.
El vestuario del Sporting mantiene contacto con Dani Martín y, especialmente, el grupo de la generación del 98. Los jugadores de la cantera nacidos en ese año crecieron junto al guardameta gijonés, quien guarda una estrecha relación con Manu García y Nacho Méndez. Manu fue quien salió a su encuentro en Mareo para que pudiera acceder a la zona de vestuarios del equipo. Los tres conservan, desde hace años, tradiciones como un partido entre amigos que disputan en Luanco durante las vacaciones navideñas.
Dani Martín fue uno de los protagonistas del pasado verano. El club buscaba firmar un traspaso que permitiera inyectar dinero a las cuentas para compensar la pérdida de la ayuda al descenso. Mariño y Dani Martín eran dos de los jugadores con más cartel en el mercado, siendo finalmente el gijonés quien haría las maletas. El movimiento derivó en el cierre del fichaje más caro de la historia del fútbol asturiano: Manu García, procedente del Manchester City, a cambio de 4 millones de euros. También en la renovación de contrato de Mariño.
