Abelardo ha vuelto a casa para cumplir con el confinamiento. El exrojiblanco, ahora entrenador del Espanyol, vive en Gijón el estado de alarma después de que, hace semanas, se diera por cancelada la concentración del equipo perico en Girona. El Pitu regresó a Asturias en coche junto a los también exrojiblancos Iñaki Tejada y Tomás Hervás, miembros de su cuerpo técnico. "En el Espanyol hemos tenido diez casos, ocho de jugadores y dos del cuerpo técnico que han tenido coronavirus", explicó el gijonés sobre la situación de su club, uno de los más castigados del fútbol profesional español por el COVID-19.

"No he visto a mis padres ni a mi abuela (de 89 años) por miedo a poder contagiarlos", explicó Abelardo durante una entrevista concedida al programa "Tiempo de juego" de la Cadena Cope. El Pitu se encuentra en su casa de Gijón, junto a su mujer y sus dos hijos, a la espera de que se pueda retomar la competición liguera. "En plan egoísta pediría que no sirviese para nada. Pero yo lo que quiero es jugar. A pesar de que en nuestra situación sería ventajista decir que no se juegue más y que el Espanyol no descendiese, todos queremos jugar. Pero no pienso nada en ello porque la situación es tan dura que lo que menos nos debe importar es el fútbol", señaló.

El Pitu, en todo caso, aseguró que "en lo que menos estás pensando ahora mismo es en el fútbol. No soy mucho de dar abrazos a los amigos, o de decir te quiero a mi padre o mi madre, ahora tengo ganas de hacerlo. Valoro mucho el día, sentirlo, tener la suerte de seguir aquí".