Al Estadio Municipal de los Juegos Mediterráneos llegaba un Real Sporting hasta con seis cambios con respecto al once inicial, que le había llevado a la victoria ante el Lugo el pasado domingo.

Unai Medina y Cordero volvían así a ser los elegidos para ocupar los laterales, con Molinero y Babin (el de Martinica parece el único fijo para Djukic) en el centro de la defensa; por otra parte, Pedro Díaz y Cristian ocupaban el doble pivote en la medular, siendo Murilo y Aitor los interiores, con Manu como enganche de un Uros como única punta.

El serbio no tardó en tener su primer rifirrafe con la defensa del Almería, cuando a los seis minutos protestó un posible agarrón dentro del área andaluza, después de una incursión del peleón delantero sportinguista en el área, que acabó soltándole una ‘patadita’ innecesaria y absurda al jugador almeriense caído en el suelo.

El Sporting presionaba bien arriba, con una UD Almería cuya primera consigna parecía la de asegurar bien su defensa. Probablemente la inseguridad de no haber conseguido marcar ni un solo gol en su feudo desde la reanudación del campeonato, con dos derrotas por la mínima en los dos encuentros disputados.

Continuas pérdidas por parte de los locales aumentaban aún más el nerviosismo del Almería, que necesitaba sí o sí los tres puntos para recortar distancias con los puestos de ascenso directo. Tres puntos que el Sporting también anhelaba para sí, para meterse de una vez por todas en playoff. Demasiadas habían sido las ocasiones desperdiciadas hasta la fecha por los rojiblancos, de negro en Almería.

A pesar del aparente dominio sportinguista, pasado el primer cuarto de hora, los de Djukic prácticamente no había logrado generar ninguna ocasión clara, pero al menos, parecían mucho más cerca de lograrlo que sus oponentes, que sufrían para mantener la posesión del balón.

En un partido poco vistoso para el espectador (televisivo, se entiende), el Sporting se encontraba de lo más cómodo, con Pedro Díaz y Cristian hinchándose a robar balones a los indálicos. Se llegó así a la pausa de hidratación a los treinta minutos, sin un solo disparo entre los tres palos por parte de ninguno de los dos equipos, pero con un Sporting mejor en apariencia que la UD Almería. Estaba claro que quien golpease primero, podría llevarse el gato al agua.

En el minuto 33 llegó por fin el primer disparo a puerta, gracias a la enésima pérdida de balón por parte de la UD Almería, tras una buena presión de Uros, que permitió a Manu García poner a prueba al guardameta almeriense.

Fueron minutos de gran sufrimiento para los locales, pero que sin embargo el Sporting no sabía traducir en ese gol que estaba mereciendo. Quizás se echaba falta si cabe, algo más de profundidad por ambas bandas, donde ni Murilo ni Aitor, estaban teniendo el protagonismo que su equipo necesita que tengan.

Los últimos minutos de la primera parte fueron un querer y no poder por parte de los locales, algo más decididos en ataque, mientras que el Sporting dejaba transcurrir los minutos para llegar al descanso sin mayores apuros y con un resultado, que como mínimo, no daba por malo.

Estaba más que cantado que el ‘triunvirato’ que dirige ahora el banquillo de la UD Almería, con Mario Silva como cabeza visible, realizaría cambios al descanso y así fue, con una doble sustitución. Djukic por su parte, en esta ocasión decidió no realizar ninguno.

Las primeras impresiones tras la reanudación daban la impresión de que todo seguía según los cánones de la primera parte, con el Sporting mejor colocado sobre el césped y el Almería muy dubitativo en todas sus acciones, pero con algo más de posesión. Si hasta entonces se le podía echar en cara a los de Djukic, era el no haber sabido sacar provecho de su mayor número de jugadas a balón parado. Corría el minuto 52 cuando Manu botaba el cuarto saque de esquina, con idéntico rédito que los tres anteriores.

Y casi en la siguiente acción, en el minuto 53, llegó una falta a favor de los sportinguistas, a escasos metros de la frontal de área andaluza. Pedro Díaz no se lo pensó y golpeó con fuerza y precisión, con la mala fortuna de que el balón encontró el palo izquierdo la portería de un Fernando, completamente superado.

Cosas del fútbol, de manera casi inmediata, llegó también la primera y mejor ocasión del Almería, que salvó Mariño con una de sus habituales manos salvadoras, en respuesta a un duro disparo desde dentro de su área grande.

No se había cumplido el minuto 60 cuando una incursión de Balliu por banda derecha y con Cordero superado, acabó con Aitor en el suelo tras una clara del almeriense, dejando a este en posesión inmejorable para ceder a placer a Villalba, quien empujó a placer a la red. El VAR en este caso cayó del lado del Sporting: gol justamente anulado. La jugada pareció más que evidente, pero ya se sabe que al VAR lo carga el diablo.

Djukic reaccionó al aviso del Almería, moviendo por fin el banquillo. Era el minuto 65 cuando Nacho Méndez y Pablo Pérez entraron para sustituir a Manu García y Murilo. Jugador por jugador y posición por posición. Ninguna modificación a nivel táctico por parte del serbio, a pesar de los problemas que se comenzaban a vislumbrar por la banda defendida por Cordero y Aitor.

Se llegaba así una fase del partido en la que el Almería parecía más fresco y el Sporting más falto de ideas, tocándole ahora a los sportinguistas la tarea de apretar los dientes en defensa. Lo hizo Aitor en el minuto 69, en una acción en la que se la jugó otra vez con Balliu (la gran amenaza hasta entonces), robándole el balón dentro del área, ante la protesta del jugador local que se fue al suelo.

Otra gran mano de Mariño en el 70 volvió a salvar al Sporting de encajar el primer gol, tras un buen remate de cabeza de Corpas.

Viendo el panorama, Djukic volvió a mover ficha en el minuto 72, dando entrada a Alvaro Vázquez y Carmona, yéndose al vestuario Uros y Aitor. El onubense, muy cansado, se perderá el próximo partido por acumulación de tarjetas. Como con los cambios anteriores, no hubo ninguna modificación en el esquema de juego. Se trataba de dar oxígeno a un equipo que empezaba a acusar el cansancio.

Si en la primera parte quien agradeció ese ‘tiempo muerto’ que supone la pausa de hidratación fue la UD Almería, en esta ocasión fue al Sporting a quien en principio le vino bien para poner al menos algo de freno al ímpetu de los locales, mucho mejor en esta segunda parte.

La tuvo sin embargo el Sporting en las botas de Alvaro Vázquez, quien en el minuto 80, ganando la espalda a la defensa local, y solo ante Fernando, optó por resolver con una vaselina que se le fue muy arriba. Son ocasiones que no se pueden perdonar y es el problema que lleva arrastrando el Sporting toda la temporada: la ausencia de un ‘killer’ que decida con lo mínimo partidos como el de este miércoles.

Con los dos equipos pagando probablemente el calor que reinó durante los noventa minutos, lo que provocaba, el partido se estaba volviendo peligrosamente abierto para el Sporting. Djukic agotó así los cinco cambios, metiendo a Javi Fuego por Pedro Díaz cuando apenas quedaba un minuto más el tiempo añadido. Seguía sin comprender lo que todo el mundo veía: que el verdadero peligro llegaba una y otra vez por la banda derecha de los locales. El entrenador serbio en ese sentido, fue incapaz de encontrar un tapón para la única vía por la que el conjunto sportinguista hacía aguas.

Y así fue que en el minuto 90, en una jugada donde Cordero defendió con excesiva laxitud e inocencia una jugada de Fran Villalba, el balón puesto por este al centro del área de Mariño superó a un Molinero que midió mal, posibilitando el remate de César de la Hoz, ante el que nada pudo hacer el cancerbero gallego. Jarro de agua fría para el Sporting no, lo siguiente. La cara de los jugadores sportinguistas no era sino el reflejo de la que se le había quedado a su afición tras un partido que durante mucho tiempo, pareció mucho más cerca de los suyos.

El partido se cerró con una caída de Carmona, protestada por el contacto que sufrió el jugador mallorquín dentro del área, pero que no fue ni siquiera revisada por el VAR.

Con esta derrota, mientras el Almería coge aire de cara a pelear por el ascenso directo, el Sporting vuelve a fallar como cada vez que ha tenido la oportunidad de acercarse a los puestos de playoff. Se podrá decir que por ocasiones el resultado fue injusto, pero al final lo que valen son los goles. El Sporting pudo lograr los suyos con ese palo de Pedro Díaz y esa acción mal definida por Alvaro Vázquez, pero la mala suerte en un caso y el desacierto en otro, lo impidieron. Poco más se puede decir.

Habrá que esperar a ver cómo concluye la jornada, pero con 49 puntos y con 15 por disputarse, la impresión vuelve a ser que a pesar del buen partido en líneas generales desplegado por los de Djukic, el objetivo es amarrar cuanto antes esa permanencia, que por otro lado debería estar virtualmente lograda. La visita del Girona, el próximo lunes a las 19:30 (los catalanes serán en esta ocasión los que contarán con mucho menos tiempo para preparar el partido, al jugar este viernes), podría terminar de una vez por todas con cualquier tipo de especulación al respecto.

Post Scriptum: cuando de verdad se recupere la normalidad y no esto de ahora, ¿seguirá el Real Sporting SAD realizando al entrenador de turno sus propias entrevistas previas al partido? Se antoja cuanto menos un poco extraño en esta “nueva normalidad” escuchar en este caso a Djukic, responder a las preguntas realizadas por el jefe de prensa de la entidad.