No obstante otras dos victorias seguidas, y una de ellas con goleada de nuevo en casa (4-0 ante el Zaragoza en casa), provocaron que el Sporting quedase de nuevo a menos de un partido (dos puntos) sobre el sexto. Pero las derrotas ante Cádiz y Numancia, previas al derbi, alejaron la tranquilidad, y pusieron en jaque a José Alberto, que acabaría siendo destituido con el final de la primera vuelta.
Con Djukic la sensación de poder enganchar con la zona alta ha sido constante de su llegada. Antes del parón por el covid-19 hubo un momento en e que el equipo daba la sensación de que iba a conectar, pero la derrota en Ponferrada evitó disminuir la distancia de cinco puntos. Al regreso a la liga, el empate ante el Deportivo dejó la misma situación, pero el triunfo frente al Alcorcón elevó de nuevo a la pelea al Sporting. Y ahí llegaron los otros dos fiascos reales. El primero en el derbi, cuando ese día el Sporting, que venía de ganar, podía reducir su distancia de tres puntos con la sexta plaza, pero la derrota por 0-1 ante el eterno rival, con una mala imagen, fue un golpe duro. Aún así el vestuario se rehizo, y tras empatar con el Rayo Vallecano y ganar al Lugo llegó una nueva oportunidad. Pero otra vez el Sporting la desaprovechó, ya que antes de jugar en Almería la distancia era de dos puntos con el play-off.
No obstante, la jornada, a falta del Girona-Zaragoza de hoy, no ha sido mala para el Sporting. Con el empate del Elche el pasado martes, y el de ayer del Alcorcón, pase lo que pase hoy en Montilivi los rojiblancos seguirán estando a tres puntos del sexto, apenas un partido de distancia.
