El Sporting se sometió ayer a una nueva ronda de test, la tercera desde que volvieron al trabajo en Mareo. Si los resultados son positivos, el club espera recibir la autorización de la Liga para avanzar de fase y poder trabajar a nivel colectivo en Mareo. Una circunstancia que también influirá para el plan de la pretemporada. Para el domingo estaba fijado el primer amistoso del curso, ante el filial, que ahora mismo se encuentra en el aire. No por el hecho de que el segundo equipo no haya empezado a trabajar como tal a las órdenes de Samuel Baños, ya que todos los canteranos lo hacen junto a David Gallego, sino por el hecho de que, al ser toda la preparación individual hasta la fecha, los jugadores no estarían aún preparados para disfrutar de ese partidillo.
El protocolo de la Liga hace que en Mareo se sometan a controles del covid-19 de forma periódica en Mareo. Cada tres días más o menos, los jugadores acceden al punto instalado junto al campo número 2 para someterse a las pruebas. Antes, y eso se remite cada vez que llegan a Mareo, se les toma la temperatura.
El positivo de Traver, conocido el sábado tras efectuar las pruebas un día antes, provocó que no se autorice al Sporting dar un paso más en la preparación. Mañana, si los resultados son óptimos, sí que la Liga podría autorizar el trabajo colectivo. David Gallego ha citado por el momento a sus jugadores por la mañana, y ha dejado en el aire cómo será la sesión vespertina en la escuela rojiblanca.
La previsión para el Sporting para esta pretemporada era jugar cinco partidos amistosos. El primero era ante su filial este próximo domingo en Mareo. El resto, aunque tienen fecha, se desconoce el escenario en el que se disputarán. Serían ante el Lugo el domingo día 30; frente a la Ponferradina el viernes 4 de septiembre y ante el Celta de Vigo el sábado 5 de septiembre. El quinto amistoso fijado, para el jueves 28 de agosto ante el Racing, quedó paralizado al determinar la Liga que los partidos de verano debían ser entre equipos del fútbol profesional. El conjunto rojiblanco ha decidido aprovechar Mareo para su pretemporada. Atrás quedarán, salvo giro más adelante, las sesiones tradicionales en el verano en las playas de San Lorenzo o La Ñora, o la subida a la montaña al Picu del Sol. La única posibilidad para salir los rojiblancos de Gijón sería para jugar los amistosos, ya que alguno de los marcados lo podrían disputar como visitantes.
Mientras tanto, Gallego sigue con la plantilla a su disposición trabajando en cuatro grupos en Mareo, y en cada uno de ellos ejercitándose los futbolistas de forma individual. Eduardo Domínguez, preparador físico del equipo, lleva en estos momentos la voz cantante, en una fase de preparación en la que importante la puesta a punto física.
"Es extraño tener que cambiarnos y ducharnos en casa, así como los entrenamientos individuales, lo veo un poco raro. Soy de los que valora mucho el desayunar, comer y el día a día en Mareo. Tenemos unas instalaciones increíbles, y eso sí que se echa un poco en falta. Espero que pronto estemos como en la antigua normalidad", resaltó Pablo Pérez.
