Después de días de sol y buen tiempo, el Real Sporting se presentaba en su estadio para recibir al Castellón, en una tarde de lluvia y con la noticia no por esperada menos dolorosa por parte del Gobierno del Principado, del cierre de todas las actividades “no esenciales”, así como de la solicitud del confinamiento domiciliario.

El objetivo de los de David Gallego tras su victoria en Alcorcón y su privilegiada situación en la clasificación, era darle al menos así una alegría a la parroquia rojiblanca, en estos tiempos tan complicados que atraviesa no solo ella, sino toda Asturias y millones de personas en todo el mundo.

Para ello, el entrenador catalán decidió introducir un único cambio con respecto al último once titular, siendo Gaspar el jugador elegido para sustituir a Cumic.

Enfrente un Castellón, entrenado por el técnico andaluz Oscar Cano, que aterrizaba a la vera del Piles inmerso en puestos de descenso, no conociendo la victoria en las últimas cinco jornadas y acumulando cuatro derrotas consecutivas.

No se había cumplido el primer minuto del partido cuando los visitantes botaron su primer saque de esquina. Los de Castellón de la Plana salían con la intención de que el Sporting no le metiese atrás de partida. Apenas lo logró, pues en el minuto 4 Pedro Díaz ya botó a su vez del primer córner para los rojiblancos, que poco a poco y con suma naturalidad, se fueron apoderando del dominio del balón.

Una falta sobre Uros en las inmediaciones del área defendida por Whalley, puesta de nuevo en juego por Pedro Díaz, puso en dificultad a la defensa visitante, que a las primeras de cambio daba muestras de ser más que vulnerable.

Probó fortuna Aitor García en el minuto 11 con un disparo desde fuera del área. El onubense sigue intentando finalizar, a veces con un poco de precipitación, todas las acciones que pasan por sus piernas.

Llegado al primer cuarto de hora, ni el mencionado Whalley ni Mariño, celebraba su reciente paternidad, habían pasado por mayores problemas. Partido así bastante insulso en los primeros compases, con mucho respeto por ambas partes. El Sporting, al contrario que en partidos anteriores, abusaba de los balones en largo, que dado el estado del terreno de juego, muy rápido por la lluvia, dificultaba los controles por parte de los delanteros. Sólo cuando lograba prolongar la circulación de la pelota, se veía al Sporting que tan buenos resultados ha logrado hasta la fecha, aunque sin lograr con ello generar ocasiones de peligro.

Dos saques de esquina consecutivos en el minuto 23 sirvieron para que el Castellón estirase en parte sus líneas. No tardó sin embargo el Sporting en volver a hacerse dueño y señor del partido, pero sin que acabase por llegar el primer disparo entre los tres palos. E iba ya media hora de juego. Demasiado tiempo para no haber logrado ese primer objetivo: probar al portero rival. Ni siquiera fue posible en una falta lanzada por Pedro Díaz en el minuto 28 y que se estrelló contra la barrera.

Saúl García en el 32 se llevó la primera cartulina amarilla del encuentro. Dio la impresión de que el colegiado navarro Galech Apezteguía, pretendía con ello que el partido siguiera por los mismos cauces de deportividad por los que llevaba discurriendo hasta el momento.

Dos minutos después, Manu García estuvo cerca de cantar bingo, en un disparo de primeras desde fuera del área, que cogió más rosca de la necesaria.

Justo en la jugada siguiente, y por fin entrando por las bandas, un buen centro de Saúl, se encontró con el remate de cabeza de Aitor García, quien aun midiendo mal el salto, hizo que Whalley tuviera que intervenir por primera vez en el partido, yéndose su rechace por encima del larguero a saque de esquina.

Y cuando parecía que el partido se iría a los vestuarios con empate a ceros, una acción iniciada en el minuto 40 por Uros en la banda derecha, acabó con un duro disparo de Gaspar desde la banda contraria y desde fuera del área, que tras un bote complicado para Whalley, impidió que este blocase el balón, aprovechándose del rechace el propio Uros, para empujar a placer. La jugada fue revisada por el VAR sin que para alivio de los rojiblancos, hubiese rectificación alguna. Sexto gol para el pichichi de la categoría y el Sporting conseguía así ponerse líder de forma provisional. No se le podían poner mejor las cosas.

Un rifirrafe entre Uros y Gálvez, acabó con el serbio simulando una agresión. Son esas cosas que el jugador balcánico debería corregir. Y más ahora con el VAR de por medio. Se libró el pichichi de la categoría de una tarjeta amarilla por conducta antideportiva.

Pudo aun así el Sporting lograr aumentar la renta, con un mano a mano de Gaspar tras asistencia de Manu García, que salvó Whalley. Quizás hubiera sido demasiado premio para unos y demasiado castigo para los otros. Aun así, el fútbol no entiende justicia.

Con el uno a cero se llegó así al descanso, con la clara sensación de que al Sporting no se le deberían escapar los tres puntos. Pero nada mejor para ello que no tener que sufrir, por lo que la consigna de cara al segundo período habría de ser la de irse a matar el partido cuanto antes.

Se reanudó el encuentro con dos cambios por parte del Castellón, que evidentemente tenía que dar un paso adelante, si no quería irse de vacío de El Molinón Enrique Castro ‘Quini’.

Los primeros minutos fueron así de asedio a la portería de Mariño, con el cancerbero gallego tratando de poner pausa con su veteranía más que contrastada. Era cuestión de tiempo que el Sporting recobrase el dominio del balón. O eso al menos era lo que esperaba la afición sportinguista y el propio entrenador rojiblanco.

Cumplida la hora de juego, y pasados los mayores apuros, el Sporting se dedicaba a manejar la pelota con tranquilidad, aunque sin llegadas al área rival. En ese sentido, Pedro Díaz se erigía en el faro de un equipo que navegaba aparantemente con velocidad de crucero hacia una nueva victoria. La ventaja en el marcador no obstante seguía siendo exigua y por tanto, peligrosa para los intereses sportinguistas. El propio Pedro lo intentó desde lejos en el minuto 63, sin que su disparo encontrase puerta.

Volvió a avisar el Castellón en el minuto 65, con un tiro de Fidalgo que se marchó fuera por muy poco. Urgían cambios desde el banquillo local, para intentar cambiar la dinámica en la que había entrado el partido. Se echaba en falta mayor profundidad por las bandas, y más cuando el Castellón sufría cada vez que bien Aitor, bien Gaspar, lograban profundizar por ellas.

Con veinte minutos por delante, el choque seguía abierto, lo que no dejaba de generar cierta incertidumbre para los sufridores aficionados sportinguistas, que veían cómo su equipo se mostraba más impreciso en su juego de lo que sería deseado. No estaba siendo el Sporting del partido de Alcorcón ni mucho menos.

En el minuto 72 se produjo el primer cambio en las filas rojiblancas, saltando al césped Pablo Pérez y yéndose a los vestuarios un Aitor García, bastante irregular durante todo el partido.

Faltaba un cuarto de hora y el Castellón definitivamente se iba arriba con todo, con un nuevo cambio desde su banquillo. El Sporting por su parte seguía fiándolo todo a una acción surgida de las botas de alguno de sus talentosos canteranos. En ese sentido, los Guille Rosas, Gaspar o por supuesto Manu García, no perdían la ocasión para mostrar la enorme calidad que atesoran.

En el minuto 80 David Gallego realizó dos cambios: Javi Fuego por Pedro Díaz, así como Cumic por Gaspar. Ninguna variación en el dispositivo táctico por tanto.

Pudo sentenciar el Sporting merced a un rápido saque de falta por parte de Manu García, que encontró el desmarque de Pablo Pérez, acabando este con una asistencia para Babin que no perdonó. Sin embargo el mediapunta gijonés había partido de una posición irregular. Lástima porque la jugada había sido de tiralíneas.

Alcanzado el minuto 86, David Gallego agotó los cinco cambios, siendo Alvaro y Bogdan los jugadores de refresco, en sustitución de Uros y Guille Rosas.

El susto llegó poco después, en un saque de esquina del Castellón que entre Pablo Pérez, Mariño y el palo, resolvieron a favor del Sporting.

Con tres minutos de prolongación el Castellón no dejó de intentarlo. Al Sporting ahora sí le tocaba apretar los dientes y dejar pasar el tiempo. Contribuyó a ello la expulsión de Arturo Molina por doble amarilla.

Sin tiempo para más, se alcanzó el pitido final con la que es tercera victoria consecutiva del Sporting (siete en lo que va de temporada). Sin haber realizado un buen partido, con una segunda parte francamente mala, el Sporting ha demostrado que también puede ganar incluso en este tipo de encuentros poco vistosos para el espectador y en los que solo una jugada aislada, puede desequilibrar la balanza hacia un lado u otro.

Con 22 puntos de 30 posibles, el Real Sporting se colocaba líder a expensas de lo que ocurriese en el partido que quedaba por disputar para cerrar la jornada, con el Espanyol en liza.

Lo cierto es que ni el más optimista de los aficionados sportinguistas se hubiera esperado encontrarse en esta situación. La única pena es el no poder disfrutarlo acompañando a su equipo in situ.

Ahora no queda sino una vez más fijar la vista ya en el próximo encuentro de este sábado, donde el Sporting habrá de visitar al Mirandés. Se trata de uno de esos equipos que probablemente ha salido perdiendo con la ausencia de espectadores a su siempre complicado estadio. De momento y en lo que va de liga, únicamente han logrado sumar en él una victoria. Veremos si el Sporting es capaz por su parte de sumar la que sería cuarta consecutiva. Por pedir que no quede.

Post Scriptum: muy mal ha sentado la decisión del Real Sporting SAD, de vender los derechos de emisión de los partidos del filial, a una plataforma televisiva. Son por detalles como este por los que se distingue a un club que piensa en sus aficionados del que únicamente piensa en su cuenta de resultados.