La década de los noventa tuvo un gran sabor local en el Sporting. Era habitual rozar la decena de jugadores nacidos en Gijón que llegaban a tener algún minuto en Liga durante la temporada con el primer equipo. El límite lo marcó la temporada 1994-1995, con hasta doce futbolistas de la ciudad llegando a la cima de su formación. Es cierto que fue un curso duro, en el que los rojiblancos lograron la permanencia en el último suspiro en la promoción. Pero dejaron su sello con su participación en ese curso Muñiz, David Míner, Castaño, Ramón, Rogelio, Juanjo, Iván Míner, Caco Morán, Avelino, Marcelino Elena, José Manuel Colmenero y Fredi.
Ahora han tenido minutos ya siete jugadores gijoneses este curso, una cifra que no se producía desde hace quince años, cuando actuaron Jorge, Alejandro, Manu Fernández, Landeira, Chus Bravo, Pedro y Noel Alonso. Y que no se supera desde el curso 1999-2000, hace ya más de dos décadas, con hasta ocho jugadores de la ciudad: Juanjo, Isma, Manolo Sánchez Murias, Urbano, Salva Capín, Rubén Suárez, Bruno y Lara.
El Sporting ha recuperado su acento gijonés, después de incluso tener años en los que solo se contó en la última década con un representante de la ciudad, Pablo Pérez defendió ese papel en la temporada 2017-2018 y Nacho Cases en la 2016-2017. Algo parecido sucedió en torno a la época dorada de la entidad, porque a finales de los setenta y principios de los ochenta Uría era el único, aunque es cierto que había muchos de otras localidades asturianas.
En el último medio siglo, la década de los ochenta permitió asentar a Gijón en el equipo. Ahí, a finales, salieron Luis Enrique, Abelardo o Manjarín, y se sentaron las bases del Sporting de “los yogurines”, al que ahora sucede la quinta del cole. Una generación que quiere asentarse, como sucedió en aquel entonces, cuando se llegó a jugar en Europa –la última vez en la historia del club– en el curso 1991-1992 con hasta nueve jugadores que dieron sus primeras patadas al balón en la ciudad: Arturo, Abelardo, Juanele, Muñiz, Avelino, Manjarín, Ovidio, Iván Iglesias y David Míner.
