David Gallego tiene un soldado más en sus filas para combatir por lograr el premio del ascenso en el tramo más decisivo de la temporada. Víctor Campuzano, el único fichaje rojiblanco del mercado de invierno, se alista para disputar los últimos encuentros del curso. El delantero catalán se recuperó en tiempo récord de su lesión en el bíceps femoral y ha entrado ya en la convocatoria sportinguista para el duelo de hoy frente al Fuenlabrada (21 horas, Movistar), en tierras madrileñas.
Campuzano cayó lesionado en el encuentro frente al Oviedo, en El Molinón, hace apenas un mes y una semana. Los primeros presagios, confirmada la rotura en el bíceps femoral de su pierna izquierda –la segunda que sufría ahí desde su llegada a Gijón, tras un año sin competir en el Espanyol–, hacían pensar que el atacante podría perderse lo que restaba de temporada. O, como mucho, que llegaría a un hipotético play-off. Pero el delantero catalán no se conformó y comenzó a trabajar sin cesar en su recuperación. Dobles sesiones en Mareo, ejercicio físico fuera de las instalaciones, con carreras por La Providencia y rutas en bicicleta y trabajo en el gimnasio. Esa fue la fórmula para obrar el milagro y acortar plazos en su recuperación. Todo para poder estar a disposición de Gallego en los encuentros más decisivos del año.
Unos partidos en los que la aportación del catalán podría ser fundamental. Sobre todo ante la marcha de Manu García con la selección sub-21 –el de hoy será su último partido de Liga regular y podría no volver hasta una hipotética final de la promoción–. Una baja que Campuzano está llamado a ocupar, ejerciendo como segundo punta por detrás de Djuka, la posición en la que más cómodo se encuentra.
La suya no es la única novedad en la convocatoria. También Cumic vuelve a la lista de convocados de David Gallego tras perderse dos encuentros, frente a Girona y Las Palmas por lesión. “Están al 100%, pero no para jugar los 90 minutos”, aseguró David Gallego ayer en rueda de prensa, así que se da por hecho que ambos jugadores podrán disfrutar de minutos en la segunda parte del encuentro.
