El Sporting busca, en este mercado de fichajes de verano, goles que lleguen desde fuera. Desde el club se es consciente, como así lo aseguró Javi Rico en su rueda de prensa del pasado jueves, que la falta de tantos desde segunda línea que apoyasen la faceta goleadora encarnada por Djuka fue uno de los déficits más claros de la temporada, una de las razones para que el equipo no lograra el objetivo de meterse en play-off. Por ello, el director deportivo rojiblanco busca en esta ventana de incorporaciones poder sumar al proyecto a jugadores que tengan gol. También en puestos que no sean la delantera.
Así lo destapó el propio Javi Rico, cuando se le preguntó por reforzar la faceta goleadora. El máximo responsable de la parcela deportiva habló entonces de “un delantero y extremos”, dejando claro que la punta de ataque no será la única posición a reforzar y que no solo buscarán aporte anotador en el “9”, sino también en los jugadores de banda.
De esta forma, encontrar uno o dos extremos que aseguren una buena media de goles al finalizar el curso será uno de los deberes que tenga sobre la mesa Rico. Esta es, por tanto, una de las incorporaciones claves a realizar en este mercado de fichajes. Y no es una tarea nueva para la dirección deportiva rojiblanca. Encontrar ese extremo vertical y goleador es uno de los déficits que siempre se achacan al proyecto desde la marcha de Jony al Málaga en 2016.
Se intentó con Burgui –que ahora vuelve a quedar libre tras rescindir con el Alavés–, pero solo logró dos tantos. También con Robin Lod, que aportó cuatro goles. Pero ningún jugador llegó a tener esa continuidad en minutos ni en tantos.
El último en lograrlo, precisamente, fue Aitor García, la temporada 2019-20, donde anotó siete goles, alzándose como pichichi del equipo. El onubense, sin embargo, no pudo mantener ese buen ritmo anotador el pasado curso, cuando la suerte no estuvo de su lado de cara a portería, como él mismo reconoció. Acabó el curso con apenas dos goles y frustrado por su falta de acierto.
La apuesta este curso que termina fue Nikola Cumic. El extremo serbio prometía esa verticalidad que el Sporting necesitaba, pero no llegó a explotar. Como el propio Javi Rico explicó en rueda de prensa, tuvo “más destellos que rendimiento”, con dos goles.
La sorpresa positiva la puso Gaspar. El canterano, en su primer curso con el primer equipo –aún con ficha del filial– fue el segundo máximo goleador de la plantilla, empatado con Pedro Díaz, con tres tantos. Una cifra no obstante baja que este curso buscará aumentar para conseguir ese gol desde fuera que necesita el Sporting.