El Sporting sufrió ayer su primera derrota de la temporada y, como consecuencia directa de ello, los rojiblancos se bajaron del puesto más alto de la clasificación. Los gijoneses perdieron el liderato –en favor de una sorprendente Ponferradina–, pero lo hicieron con honores, en un partido vibrante y muy disputado en el que, a pesar de estar siempre por debajo en el marcador, nunca llegaron a perder la cara al encuentro. Así, los de David Gallego se vieron por primera vez en todo el curso remando a contracorriente, pero a diferencia de otros años donde parecía incapaz de remontar un partido, ayer a punto estuvo de lograrlo. Igualó hasta en dos ocasiones su desventaja, y cerca estuvo de conseguir la victoria final. Pero no pudo ser. Los errores les acabaron condenando y tuvieron que ver cómo por primera vez en lo que va de curso el zurrón de los puntos terminaba vacío tras el pitido final. Una piedra en el camino que no cambia el objetivo final. Un bache que no evita sacar conclusiones positivas. Un escollo que David Gallego y los suyos ya dan por superado, con la vista puesta en el Málaga y el volver a la senda de la victoria. El pasado curso, la primera derrota llegó al quinto encuentro, contra el Oviedo. Este año, la racha duró un escalón más, hasta la sexta jornada. Una premonición que hace que la parroquia rojiblanca –que ya se dejó ver ayer en Ipurúa– siga pensando que quizá este curso sí que se logre lo que no se consiguió el pasado: el ansiado ascenso.
Stoichkov, con dos goles, vuelve a ser un quebradero de cabeza
El Sporting tiene una nueva bestia negra. El delantero andaluz Stoichkov se convirtió ayer en un quebradero de cabeza para la defensa rojiblanca durante todo el encuentro. El atacante armero consiguió un doblete, poniendo por delante a su equipo hasta en dos ocasiones, y no dejó de generar acciones de peligro. Así, el ariete suma ya cuatro goles en sus duelos contra el club gijonés. A los dos logrados ayer, hay que sumar el que consiguió el pasado curso con el Sabadell, de penalti, y el logrado en la temporada anterior, con el Alcorcón, en una victoria por 1-3 en El Molinón. Además, el autor del último gol del encuentro, Blanco Leschuk, también sabía ya de antemano lo que era celebrar un gol contra el Sporting. Lo hizo en la temporada 2018-19, cuando militaba en el Málaga.
Fran Villalba, el primer jugador rojiblanco que repite como goleador
Con el gol logrado ayer en Ipurúa y que suponía el 1-1, Fran Villalba se convirtió en el primer jugador rojiblanco en repetir a la hora de ver portería esta campaña, tras el tanto logrado la pasada jornada frente al Leganés. El gol rojiblanco está más repartido que nunca, con hasta siete goleadores distintos –Djuka, Pedro, Marc Valiente, Babin, Gaspar, Aitor García el propio Villalba– y el mediapunta es el primero que logra anotar dos goles este curso. Lo hizo, además, firmando un gran encuentro, en el que se destapó como uno de los jugadores más destacados del Sporting, liderando el entramado ofensivo propuesto por David Gallego. Villalba supo encontrar a sus compañeros en posiciones aventajadas, además de crearse sus propias ocasiones de peligro. Además, el segundo gol rojiblanco, obra de Tejero en propia portería, es el primer autogol del que se beneficia el Sporting en lo que va de curso.
Saúl García acudió a Ipurúa para seguir a sus excompañeros
El Sporting tuvo ayer una visita especial en Ipurúa. Además de la afición visitante que acompañó a los rojiblancos durante todo el encuentro, un exjugador sportinguista tampoco quiso perderse el partido. Se trata de Saúl García, que la pasada campaña jugó cedido en Gijón y que no dudó en desplazarse hasta Eibar desde Vitoria –actualmente juega en el Alavés– para seguir el partido de los que fueran sus compañeros de vestuario. Antes del encuentro, estuvo saludando y charlando con muchos de ellos desde la grada.
Duelo de errores para regalar goles: de Marc Valiente a Cantero
El partido de ayer, sobre todo en su primera parte, se resumió en un duelo de errores que supusieron los dos goles del encuentro en esa primera mitad. El primero de ellos estuvo protagonizado por Marc Valiente. El zaguero sportinguista intentó una cesión para Mariño con mucho riesgo, regalando el balón a Stoichkov para que el delantero armero pudiera batir al cancerbero vigués, que se quedó a media salida.
En el segundo de estos errores se cambiaron las tornas y fue el Sporting el que salió beneficiado. Aitor García puso un centro desde la derecha que el cancerbero Cantero no supo blocar, dejando el balón franco a los pies de Villalba, que supo tener la sangre fría de realizar un recorte antes de perforar la red, sin oposición. Dos goles, los dos primeros del encuentro, que llegaron envueltos en papel de regalo.
