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Eduardo Dávila y dos miuras

El bisturí del Sporting: El torero visita El Molinón y observa la alta tensión entre Djuka y Amo

Suplente desde el fichaje del cangués, se estrenó como goleador y recordó al que brilló en el Lugo

José Luis Puma Rodríguez celebra el 1-2 en la derrota de ayer del Sporting ante la Ponferradina. | Marcos León

Puma Rodríguez se convierte en el mejor Jony

José Luis Rodríguez fue ayer “El Puma” que brilló hace no tanto con el Lugo. No pudo hacer más cosas ni hacerlas mejor el internacional por Panamá. Marcó dos goles (su dos primeros tantos en Gijón) y lo hizo además en tres minutos. Fue desde el extremo izquierdo un incordio para Paris Adot, al que desnudó una y otra vez gracias al binomio que formó con Kravets, mucho mejor cuando tiene que correr hacia adelante que hacia atrás. La gran tarde de Puma en Gijón llega justo cuando su posición parece tener dueño por eso de la vuelta de Jony, entre algodones toda la semana. Líder indiscutible desde su retorno por más que todavía no esté en su plenitud y que el proyecto no tenga un destino claro, el de Cangas del Narcea fue ayer suplente por primera vez desde su vuelta a casa y tras jugar ante el Eibar y en Anduva contra el Mirandés. Pero José Luis, un extremo de los de antes y al que le ha costado adaptarse en sus inicios en la ciudad, respondió a la competencia con una exhibición. Ya lleva tiempo haciendo ruido en las segundas partes. Pero lo de ayer, por todo, y muy a pesar del resultado, fue una exhibición. No solo por los tantos, también porque se erigió como el faro del ataque: se atrevió, encaró, generó peligro constantemente y no paró de correr, incluso ayudó en defensa. Pero no bastó con el mejor Puma porque este Sporting se desangra hasta cuando merece mejor suerte.

Los rebotes ayudan a la Ponferradina

La Ponferradina, equipo de autor, de autor de los buenos, porque Jon Bolo tiene pinta de que pase lo que pase con los de El Bierzo va a subir sí o sí y será técnico en Primera –quien sabe si en el Rayo de Andoni Iraola– jugó ayer al pinball en El Molinón. Tuvo suerte, mucha suerte. El 0-1, tras sacar de esquina Ríos Reina pegó primero en Mariño y después en Rivera. Y el segundo, más madera. Le pegó durísimo Enrich y el rechace de Diego Mariño le pegó en algún sitio del cuerpo a Edu Espiau. El mal fario acompañó hasta el final. Porque los rojiblancos tuvieron unas cuentas situaciones para ponerse 3-2. Pero quien perdona, paga. Y el Sporting, en tierra de nadie, pagó y muy caro. 2-3. Y resultado que hace daño porque faltan catorce jornadas y el play-off está hoy a siete puntos. A un mundo.

El acta recoge el lanzamiento de una botella de plástico, que impactó en un jugador de la Ponfe

Hernández Maeso recogió en el acta arbitral el lanzamiento de una botella de agua de plástico de 350 mililitros durante el transcurso del partido disputado ayer en El Molinón entre el Sporting y la Ponferradina. El objeto fue arrojado por un seguidor desde el fondo Sur, donde se alojan los seguidores locales, según desveló el acta arbitral. El objeto se encontraba semivacío y sin tapón. La botella impactó en un jugador visitante al momento en el que la Ponferradina celebró el definitivo 2-3 de José Naranjo, que desató el enfado de muchos presentes por su polémica celebración al mostrar su camiseta en actitud claramente provocativa. El impacto no provocó daño alguno. Hernández Maese comunicó al delegado el hecho al momento de producirse. Después, se advirtió desde la megafonía de la prohibición de lanzar objetos al terreno de juego.

El Molinón volvió a homenajear a Quini

El Molinón otra vez, como siempre, volvió a rendir tributo a Quini, a apenas una semana de cumplirse el cuarto aniversario de la mayor pérdida del sportinguismo, un dolor que sigue presente. Cantó la hincada en el minuto 9 con más fuerza que nunca el mítico “ahora, ahora, ahora Quini ahora”. Después siguieron elevando la voz con la mirada puesta en el cielo. El próximo domingo, el 27 de febrero, el Sporting recibe al Zaragoza, y El Molinón volverá a engalanarse para seguir diciendo adiós a alguien que en realidad nunca se ha ido.

El extorero Dávila y dos miuras

Eduardo Dávila Miura, reputado extorero sevillano, con algún amigo en el club, se dejó ver ayer por El Molinón para seguir desde las gradas el Sporting- Ponferradina. No es el primer “encuentro” del exmatador de toros. Porque Dávila Miura, hoy empresario de renombre, experto en charlas, dio hace tres años una sesión de “coaching” en las instalaciones de Mareo sobre el desarrollo personal. Y al que fuera torero le tocó ayer ser testigo, y no actor, de un duelo con episodios de tensión. ¿El más importante? El que protagonizó Djuka que versiono a Alaska y a su “¿a quién le importa? Porque el serbio, o montenegrino, reconoció hace tan solo unos días en Mareo que ese carácter belicoso es parte de él: “Así es Djuka”. Y ayer dio muestra con uno de sus habituales piques ante José Amo, el 5 de la Ponfe de Bolo.

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