Un punto para elevar a nueve la distancia con el descenso y poco más. El Sporting se llevó un empate sin goles de su visita a El Plantío en un partido en el que lo mejor fue ver a Babin restar balones en el área. Los de Martí optaron a poco más tras despedir el partido con solo un disparo entre palos y la sensación de dar por bueno el resultado.
El día empezó animado. Burgos amaneció con sus calles teñidas de rojiblanco, intenso color en torno al medio día, desde la Plaza Mayor hasta el arco de Santa María. Como intenso fue el debate de la semana sobre la portería, aclarado una hora antes de que el balón echara a rodar. Cuéllar se mantuvo bajo palos y, como adelantó Martí, va camino de mantener el puesto hasta el final de temporada. Habrá que ver cómo se gestiona el detalle en las próximas semanas. ¿Fin a una etapa? Se verá en junio.
El último en llegar, Puma Rodriguez, fue de la partida y junto a la esperada entrada de Djuka en ataque, las novedades en El Plantío fueron para presentar un once similar, por propuesta y protagonistas, al de la victoria ante el Cartagena. Intensos copos de nieve para abrir un encuentro con el fondo norte reservado a los dos mil seguidores rojiblancos y un primer disparo de Gaspar pegado al palo. El inicio, frío en temperatura, también lo fue en ocasiones.
Un testarazo de Miguel Rubio a saque de esquina metió el miedo en el cuerpo a un Sporting que empezó a recular antes de la media hora de partido tras un comienzo esperanzador. Entre un penalti reclamado por el Burgos y una falta en la frontal desaprovechada por Andy, el equipo de Martí comenzó a diluirse. Quedaba Djuka. Un disparo desviado y un cabezazo del montenegrino dio la réplica sin llegar a equilibrar el emergente dominio local.
Lo siguiente fue ver a Juanma marcar en fuera de juego tras un despeje al centro de Cuéllar a disparo de Navarro. Tanto anulado y nuevo aviso. El emeritense perdía tiempo en cada saque de puerta para permitir al equipo tomar aire. El Plantío protestaba. El Sporting sufría para alcanzar el descanso sin daños, pero en deuda de fútbol y presencia en área rival.
El inicio de la segunda parte devolvió un Sporting peor. Lento y metido atrás, el Burgos encontró el mejor regreso posible. Voló Cuéllar para salvar el primero con una gran parada a mano cambiada tras disparo de Valcarce. El Puma, sin chispa tras la paliza del viaje de vuelta de Panamá, dejó pronto su sitio a Aitor. El onubense estuvo a punto de cazar una mala cesión a su portero de Córdoba, pero al equipo de Martí le seguía costando horrores estirarse.
Dos balones entre líneas de Pedro y Fran Villalba mostraron el camino y mostraron cómo el partido empezaba a romperse. Despertaba al Sporting cuando el árbitro expulsó a Martí. El balón salió por la banda a la altura del entrenador, que agarró el esférico y reclamó un derribo sobre Djuka al borde del área que terminó sin castigo. Refriega con Valcarce, que quería sacar rápido y cuarto de hora final con todo por decidir.
Tiró de físico el Sporting para un desenlace con los rojiblancos jugando más en campo rival que durante el resto del encuentro. Pablo Pérez y Gragera permitieron ganar centímetros en busca de cazar la de la victoria en una segunda jugada que no acababa de llegar. El tiempo añadido se alargó a los siete minutos par dar margen a un arreón final. Dio para que Djuka viera la amarilla y para que Babin, que también fue amonestado, achicara los coletazos finales de un Burgos al que mantuvo a raya. Ni Djuka ni Babin jugarán en Alcorcón al cumplir ciclo. El punto, como el partido, más frío que otra cosa.
