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El Molinón empuja al Sporting a la permanencia: 2-1 y partidazo rojiblanco

Gragera y Djuka adelantaron por dos veces al equipo ante un buen Girona con la ayuda de más de veinte mil gargantas | El espíritu del Abelardismo vuelve para acariciar la salvación con cinco puntos sobre el descenso a falta de 6 por disputarse

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Las mejores imágenes de la victoria del Sporting ante el Girona MARCOS LEÓN

El Sporting dio un paso casi definitivo a la salvación con una trabajada y sufrida victoria ante el Girona. Gragera y Djuka adelantaron a los rojiblancos, por dos veces, con dos impecables remates de cabeza, después de que Stuani igualara el marcador en una tarde en la que El Molinón puso el resto para dejar los tres puntos en casa. Más de veinte mil gargantas empujaron al equipo a su mejor juego en los últimos meses, rescatando el espíritu del abelardismo en la vuelta al municipal gijonés del Pitu. El triunfo permite dejar el descenso a cinco puntos a falta de seis por disputarse. El objetivo, encarrilado.  

Volvió Abelardo a su casa. Regresó el público a las gradas. Resurgió el Sporting. El Molinón, con más de veinte mil gargantas tan pronto abroncando cada posesión del Girona como jaleando cada contragolpe, lanzó a los rojiblancos en un primer cuarto de hora que mostró lo que tiene que ser este equipo. Intenso y agresivo hasta ahogar la salida de balón rival en campo contrario. Vertical y profundo con la pelota para, en menos de nueve minutos, levantar por dos veces al público con disparos de Djuka y Pedro. Así, el gol tenía que llegar más pronto que tarde. Llegó a los doce minutos Lo arreglaron dos amigos. Pedro sacó de esquina y Gragera cabeceó con fuerza en el primer palo. Delirio en el municipal gijonés. Agredecimiento de Gragera al ideólogo, Tomás Hervás. Abelardismo.

Fue el inicio de un vibrante partido. El Girona sacaba los miedos rojiblancos en cada balón colgado, en cada pelota a Stuani. Así empató diez minutos después, con un balón pasado que Samu Saiz tocó para que el uruguayo, medio cayendo, cruzara a la red. Anulado en un primer momento por fuera de juego, el VAR dio validez minutos después. Bajó unos grados el ambiente. Las dudas hicieron recular al mejor Sporting en meses, a pesar de que Abelardo, Tomás Hervás y Mario Cotelo no paraban de hacer gestos para que la defensa ganase metros. 

El conjunto gijonés tardó un cuarto de hora en recuperarse. Fue el tiempo en el que una volea de Aitor, a centro de Guille, recordó el camino. La siguiente visita al área fue para volver a ponerse por delante. Kravets buscó por izquierda la llegada en carrera de Puma con un gran balón sobre el lateral, el panameño centró atrás tenso para, otra vez encontrar premio en el primer palo. Djuka cabeceó cruzado a la red. No se recordaba cuándo el equipo había aprovechado tan bien las esquinas del campo, tampoco cuándo fue la última vez en hacer dos goles de cabeza. Abelardismo.

El Sporting se fue al descanso en ventaja y el segundo tiempo devolvió a un Girona intentando meter en su área a los rojiblancos. Apurado, el conjunto gijonés se siguió liberando por los costados. Aitor y el Puma estiraban una y otra vez al equipo y permitían ganar metros en busca de un tercero al que el Sporting, sabedor de su fragilidad defensiva, no renunciaba. La tuvo Djuka en una buena parada de Juan Carlos que acabó en córner. Los saques de esquina, por fin, volvieron a ser sinónimo de peligro en ataque. El partido, con dos equipos buscando el gol. El Sporting, para salvarse. El Girona, para mantener plaza play-off. Tensión máxima. Fútbol. 

Hubo sustos, como un cabezazo de Bernardo o un balón que se le coló a Cuéllar por debajo de la bota cuando se disponía a controlar. Así hasta alcanzar un último cuarto de hora con los entrenadores moviendo el banquillo. Míchel quitó un defensa, Bueno, para añadir a Nahuel Bustos al ataque. Abelardo dio paso a Christian Rivera por Villalba, novedad en el once, antes de una inyección de guajes: Jony y Pablo Pérez, por Aitor y Puma. 

El partido entró en los minutos finales con el Sporting sin quitarse de encima los apuros en cada balón colgado rival y la grada, rugiendo una vez más para empujar al equipo. Ramírez y Nacho Méndez al verde Djuka y Pedro fuera, para cinco minutos finales de infarto. Ensordecedora pitada a cada balón que conducía el rival, sufrimiento máximo hasta el minuto 95 al que llegó el partido, con Cuéllar blocando un último testarazo de Stuani. Gritos de directiva dimisión y victoria que permite acariciar la salvación.

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