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El Sporting sangra por dentro

Lastrado por las bajas, Abelardo busca centro del campo para Huesca | Rivera, "cansado", es el único sin molestias físicas

Abelardo observa con mucha preocupación la delicada situación que tiene en el centro del campo. Las bajas y el cansancio hacen mella en la medular del Sporting. El Pitu cuenta con un solo efectivo sano (Christian Rivera). ¿El resto? O directamente son baja (Nacho Méndez, y, todavía, Gragera), o están entre algodones (Zarfino y Pedro Díaz). Incluso Nacho Martín, enrolado de urgencia desde el filial, arrastra molestias en el pubis desde hace unas cuantas semanas. El contexto es asfixiante, porque Varane y Damián Cáceres no podrán participar con el primer equipo hasta la apertura del mercado invernal, en enero. El técnico tiene un par de días (hoy y mañana) para recuperar efectivos para una batalla en El Alcoraz que se prevé dura. Y la clasificación no ahoga, pero comienza ya a apretar tras cinco encuentros consecutivos sin cosechar triunfos. El Huesca del Cuco Ziganda planteará un duelo exigente en el panorama físico. Y el Sporting llega con lo justo. El calendario tampoco se ha aliado con los rojiblancos, que afrontan otra semana jugando de viernes.

"Empiezo a notar el cansancio", confesaba ayer un Christian Rivera mermado por la fatiga. Desde el 7 de octubre ha disputado 820 minutos en 9 partidos. Solo se quedó sin sudar la camiseta en los últimos veinte en Los Cármenes, con el partido resuelto para los locales. En el Municipal de Loinaz, por ejemplo, jugó los 120. Sus piernas piden una tregua desde hace tiempo. El medio gijonés personifica la angustia que presenta la medular en esta primera vuelta: ha pasado de estar en la rampa de salida y jugar veinte minutos en ocho jornadas a ser capital por la acumulación de bajas en su posición. Nacho Méndez, Gragera, Pedro… Todos han caído. Uno a uno. También Zarfino.

El uruguayo lleva semanas forzando para estar a disposición, con una tendinitis que le hace jugar con molestias. Ya ha sido atendido por los servicios del club. Ayer no se entrenó. Lo hizo al margen al estar al límite. La idea de Abelardo era darle algo de aire en Copa. Pero lo apretado del resultado ante el Beasain le obligó a alistarle contra las previsiones iniciales del cuerpo técnico. Contra el Leganés acabó otra vez mermado, pegándose otra paliza.

El desgaste de Rivera y Gio Zarfino inquieta a los técnicos y a los servicios médicos. Observan con suma preocupación cómo una posición que se encontraba doblada al cierre del mercado de invierno está ahora bajo mínimos. El riesgo a lesión del binomio actual es cada vez mayor.

Aunque a priori no entraba en los planes de los técnicos, Nacho Méndez –como ahora Campuzano– volteó su situación. Por eso su baja de larga duración resultó dolorosa. En el club, de hecho, se reflexionó sobre la conveniencia de firmar a un jugador libre, como se ha hecho ahora con Bruno para la zaga. Pero tanto Gerardo García como el mismo Abelardo apostaron por esperar al mercado de invierno. Entonces se volverá a reflexionar sobre qué hacer con una demarcación a priori poblada, pero muy desgastada por una plaga de lesiones difícil de explicar. Lo esperable es que sea Varane quien forme parte de la dinámica del primer equipo. Su perfil, físico, agrada en Mareo.

Pendientes de Pedro. La noticia positiva está en la vuelta a los entrenamientos de Pedro. El centrocampista lleva un mes de baja. Fuera de combate desde la victoria contra el Eibar, precisamente el último triunfo del equipo en Liga. Una pubalgia lo tiene en vilo desde la pasada campaña. Pero en ese momento, la precaria situación del proyecto rojiblanco, con el evidente riesgo a dejar el fútbol profesional al caer al pozo de Primera RFEF, le impidió entonces descansar. Pedro, de hecho, terminó la campaña superando la barrera de los 3.000 minutos. Sostienen los especialistas médicos que la pubalgia exige precaución y reposo al tratarse de una dolencia latosa y difícil de superar. El caso de Gragera es distinto. Al medio gijonés lo tiene parado una lesión en el cuádriceps. Hace unos días se le hizo una resonancia, confirmando que hay una evolución de la lesión. Ayer trabajó con el readaptador, al margen. Su concurso el viernes contra el Huesca es muy complicado. Casi imposible.

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