El Sporting mengua en Ferrol: golazo sin premio de Esteban Lozano y los rojiblancos caen ante un Racing superior (2-0)

El equipo gijonés se queda lejos de la versión de la pasada jornada y acaba superado por el ímpetu y ocasiones del rival

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Lejos de su versión de El Molinón, el Sporting se convierte en vulnerable. Pasó en A Malata, donde acabó diluyéndose ante las ganas de un conjunto local que se llevó la victoria por ocasiones y ambición (2-0). Los rojiblancos reaccionaron cuando se vieron por debajo en el marcador, pero un golazo de cabeza de Esteban Lozano acabó anulado por fuera de juego y dejó sin efecto lo que podía ser el empate. Hubiera sido generoso premio para un conjunto de Miguel Ángel Ramírez con mucho aún por mejorar. 

En un primer tiempo de alternativas, el Sporting pareció intimidado por las ganas de Segunda División de A Malata, de vuelta al fútbol profesional quince años después. Los gallegos fueron de menos a más en su primer partido en casa tras el ascenso, empujados por una grada replicada por los cerca de mil aficionados sportinguistas desplazados a Ferrol. Era tal el bullicio de un Ferrol en fiestas, que Miguel Ángel Ramírez pareció intuir un inicio adrenalínico y apostó por Varane en lugar del lesionado Otero para apuntalar un poco más el centro del campo. Nacho Méndez ganó en libertad y Djuka perdió un aliado. El resultado fue un equipo con líneas muy juntas pero menos atrevido para pisar área rival. 

Los primeros minutos estuvieron entre Carlos Vicente y Pablo García. El gijonés minimizó al ídolo local en un primer cuarto de hora en el que Hassan y Djuka se acercaron al marco rival sin llegar a probar a Cantero. Probó entonces el Racing de Ferrol a avanzar por el otro lateral rojiblanco, el defendido Pascanu, y ahí Heber, sustituto de Chuca -lesionado en los primeros minutos-, evidenció por qué el rumano lleva jugando los últimos años como central. Fue por ahi cuando forzaron los de casa un saque de esquina que terminaría en gol, anulado por milímetros. El fuera de juego de Jon García permitió respirar a los gijoneses. Eran los mejores minutos del rival. Llegaron más.

La mejor de los rojiblancos se vio superada la media hora y con Hassan, de nuevo, en esa especie de baile en la cuerda floja que hace a todo el mundo caerse menos al joven de origen egipcio. En dos gestos de bailarín dejó a Heber y Brais en el suelo para avanzar en diagonal hacia el área y armar la izquierda, la buena. Se le fue arriba lo que apuntaba a un gol de escándalo. Los minutos finales sirvieron para confirmar que todo mejoraba si pasaba por las botas de Nacho Méndez y que un imperial Róber Pier empezaba a desesperar a Sabin Merino. 

Continuaron las alternativas tras el descanso, con rabonas desde ambos lados y el Sporting sufriendo hasta recibir el primero a los ocho minutos de la reanudación. Avisaron Losada y Clemente con dos disparos desviados y Heber terminó volviendo loca a la afición después de volver a mirar a Pascanu por el retrovisor. Amagó a irse por banda izquierda para terminar en dirección al pico de la portería. Armó la diestra y envió con rosca a la escuadra del palo largo para dejar a Yáñez y al sportinguismo clavado. 

Entraron Esteban Lozano y Fran Villaba por Nacho Martín y Gaspar para ganar un delantero e intentar dar algo más de presencia en ataque. Fue Carlos Vicente el siguiente en rematar al marco rival. Al Sporting le costaba soltarse, encontrar la fuga. Buscó más balón directo y encontró la cabeza de Esteban Lozano. El impecable testarazo del delantero mexicano a centro de Pablo García acabó anulado por otro fuera de juego de milímetros. Pareció encontrar el camino el conjunto gijonés, y Djuka fue el siguiente en tenerla en otro balón colgado a la espalda de los centrales. Primero en una acción aprovechada por Estaban Lozano hasta encasquillarse su taconazo atrás a la llegada de Fran Villalba, y después en un mano a mano contra el portero en el que estaba en fuera de juego. La puntilla llegó por parte de un exrojiblanco. Álex López hizo el segundo para los de casa en un despiste defensivo tras un saque de banda. Otro partido fuera de casa con el maletero vacío de puntos.

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