La meta de los delanteros del Sporting con la vista puesta en Primera: afinar la puntería

Aumentar la cuota de gol es el objetivo de los delanteros rojiblancos, a la espera de González

Por la izquierda, Campuzano, Djuka, Otero y Gaspar.

Por la izquierda, Campuzano, Djuka, Otero y Gaspar. / LNE

El Sporting necesita gol. Lo sabe Ramírez y lo admite el club, que trabaja para incorporar un atacante de cara al segundo tramo de la temporada. Con 27 anotaciones en 21 encuentros, el saldo goleador del equipo rojiblanco no es pírrico, pero sí exiguo, sobre todo si se atiende al objetivo con el que el Sporting se ha concedido la licencia de soñar gracias a su notable inicio de temporada, el ascenso.

Ramírez ha ido reconfigurando un binomio ofensivo con el que no acaba de dar. Si bien se da por sentada la titularidad de Otero, un fijo por su despliegue físico y su capacidad para hacer daño al espacio, su acompañante varía en función del rival y la disponibilidad de Víctor Campuzano, cuyos problemas físicos vienen siendo una constante desde que llegó al Sporting.

Con cinco goles en catorce apariciones, Campuzano es, de entre los atacantes, el más eficaz de cara a la portería rival, con un tanto cada 125 minutos, o lo que es lo mismo: anota cada dos partidos. En su cuarta temporada, el delantero catalán sigue sin conseguir asentarse como titular, lastrado por unas lesiones recurrentes que no le permiten desarrollar todo su potencial. El delantero catalán, no obstante, venía en buena dinámica antes del parón, pues vio puerta en el empate contra el Eibar previo al descanso navideño.

Ante la intermitencia de Campuzano, Djuka ha sido, hasta el momento, el delantero titular junto a Otero. Al montenegrino le avala el recuerdo de dos temporadas esplendorosas, la 2020/21, en la que protagonizó un descorche goleador que le llevó a cosechar 22 dianas, y la siguiente, la 2021/22, en la que alcanzó las 16 anotaciones, en contraste con las dos que acumula en un curso, el presente, en el que necesita 559 minutos para meter un gol. Cada vez más discutido por una afición que, sin embargo, aprecia su compromiso y su abnegación, Djuka admite que debe mejorar sus cifras («tengo que marcar más, los delanteros vivimos del gol») mientras trabaja en aplacar un temperamento que le ha llevado a cumplir ya ciclo de cartulinas amarillas, una constante en sus seis temporadas en el Sporting: en ninguna de ellas ha sido amonestado menos de siete veces (12, 9, 7, 13 y 10).

El titularísimo Otero no es un delantero referencia, sino que funciona como complemento de un nueve más arquetípico. Puede presumir, sin embargo, de unos más que respetables cinco goles en diecinueve partidos (marca cada 318 minutos, tres partidos y medio), de suerte que está a una anotación de igualar los seis goles del ejercicio anterior. Goleador de rachas, mojó en las jornadas dos y tres, saldadas con sendos triunfos contra Mirandés (3-0) y Burgos (2-1), y en las fechas 13 y 14, en las que el Sporting venció a Espanyol (2-0) y Villarreal B (0-3), además de en el penúltimo partido antes del parón, contra el Leganés (1-1).

El gol en el Sporting, no obstante, está siendo cosa, principalmente, de un futbolista que no parte como delantero. Partiendo desde segunda línea, Gaspar, al que muchos reclaman más cerca del área dado su contrastado instinto goleador, apila ocho goles en veinte apariciones. El canterano rojiblanco ve puerta cada 183 minutos, aunque lleva sin anotar cinco partidos, desde la victoria (2-0) contra el Eldense en El Molinón. Ante lo inconveniente de depender de un jugador que no es atacante y la necesidad de incrementar la cuota de gol, se hace imperativo el fichaje de un nueve que el Sporting aspira a amarrar antes de retomar la competición el próximo domingo contra el Huesca.

Suscríbete para seguir leyendo