El Molinón (rojo, ovalado, con 43.000 asientos y un mirador a 30 metros de altura): una presentación a tres a lo grande

El proyecto se expuso en una mañana, que comenzó con la baja de Rocha, y donde Sordo Madaleno tuvo la voz canante

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

El proyecto "Asturias 2030" vio, al fin, ayer la luz a través de diapositivas en la sala de prensa de El Molinón. "Representará la nueva generación de estadios del mundo", anunció con enorme entusiasmo el arquitecto Fernando Sordo Madaleno, "alma del proyecto", y que dio a conocer los detalles de la obra, que ya fueron avanzados por LA NUEVA ESPAÑA en una entrevista en exclusiva con el arquitecto mexicano hace dos meses. La obra que plantea el Grupo Orlegi para que el estadio sea sede del Mundial se fija de forma definitiva en unos 150 millones de euros, y estará terminada para 2029, un año antes de la celebración del evento: "Para 2030, será el estadio más antiguo en ser sede del Mundial", anunció David Guerra. 

El vuelco que ponen sobre la mesa los promotores de la candidatura "Asturias 2030" a la actual infraestructura es importante, pero no total –se respetan 17.000 butacas–: se preservará el césped –"no vamos a mover la antigüedad– y la Grada Este (la mayor parte de la obra recae sobre la Grada Oeste). El Molinón será de forma predominante de color rojo; seguirá una forma exterior compuesta por rampas (19.000 metros cuadrados), como avanzó este periódico, tendrá siete niveles de alturas –cada gradas se podrá acceder con rampas de un 6% de pendiente–, y contará en el mismo recinto con locales de hotelería y zonas de exposiciones. Los bajos comerciales se mantienen en la parte baja, aunque se ampliarían sus espacios, pero también aparecen nuevas zonas hosteleras, que se situarían en la parte alta.

El estadio tendrá como base un aforo 32.000 espectadores para los encuentros oficiales del club rojiblanco, y además la opción de ampliar el aforo para celebrar otros eventos, siendo esta otra vía añadida de finananción. Pero con capacidad para alcanzar los 40.000 netos que exige la FIFA para ser sede del Mundial. Con palcos y hospitalidad, el estadio se iría incluso a las 43.000 butacas. Sordo Madaleno confirmó la idea de crear una gran plataforma –en la quinta planta– para aprovechar esos espacios.En esa planta, confirmó el mexicano, se desarrollarán exposiciones, que en principio serían de artistas asturianos. Además, se habilitará una sexta: tendrá un mirador completo de la ciudad con vistas a la bahía de San Lorenzo. "Una cota de 30 metros de altura tendrá vistas panorámicas a toda la ciudad", expuso Sordo Madaleno. La obra no afecta únicamente al estadio, sino que también alcanza su entorno. El proyecto plantea expandir el Kilometrín para que sea "un hilo conductor" que dé a parar directamente a las planta baja y al a la alta (la de 30 metros de altura). El aparcamiento no estaría a los pies de las zonas comerciales, sino que recoge una "transición".

Irarragorri mantuvo que "si hay sede habrá financiación... Estoy convencido que llegaremos a un acuerdo. Si somos sede, habrá financiación". El ejecutivo añadió que "ahora tenemos que trabajar la parte financiera, la participación y entendiendo que hay fechas importantes. Nos hemos comprometido con la Federación", comentó El presidente del Consejo de Administración desveló que la auditoria financiera KPMG también está involucrada en el proyecto. Sobre la situación de los bajos comerciales, Guerra apuntó que "se van a respetar los acuerdos al máximo".

Así será el nuevo Molinón: el Sporting presenta el proyecto (en imágenes)

Así será el nuevo Molinón / ÁNGEL GONZÁLEZ

El escenario elegido por los promotores –la cúpula del Grupo Orlegi– para divulgar su plan para reformar el estadio del Sporting y convertirlo en sede mundialista fue precisamente en el mismo El Molinón, donde unas horas después se disputaba el derbi asturiano. Los organizadores expusieron su megaproyecto en tres tandas y el orden de las mismas no era para nada casual: la primera para la Federación Española – ayer sin Pedro Rocha, ausente a última hora por un problema de índole personal, que le obligó a dejar de forma repentina y urgente la ciudad tras haber cenado el viernes con Irarragorri-, Consejo Superior de Deportes y Gobierno local; la segunda para los grupos municipales del Ayuntamiento de Gijón; y la última para todos los demás: medios de comunicación, empresas e instituciones asturianas, clubes regionales, e incluso también estaban para algunos representantes de importantes sectores de la afición. La primera presentación comenzó pasadas las diez de la mañana y tuvo lugar en la sala de prensa. Allí, Irarragorri, Guerra, Martín Hollaender, Alfonso Villalva... la cúpula del Sporting –Laura Kalb se sumó en la segunda tanda–.

Ese primer grupo que tuvo la oportunidad de conocer el proyecto estaba compuesto por los representantes del Gobierno local: Jesús Martínez Salvador, segundo teniente de la Alcaldesa y portavoz; Jorge González Palacios, concejal de relaciones institucionales; y Jorge Pañeda, concejal de Deportes. Vanesa Gutiérrez, Consejera de Cultura y Deportes, representó al Principado. No hubo en esta presentación ni rastro de los máximos representantes de las Administraciones públicas, apenas unos días después de dar sensación de unidad en el acto para firmar el protocolo de intenciones: Adrián Barbón y Carmen Moriyón acudieron “solamente” al encuentro en El Molinón. Con Pedro Rocha fuera de la ciudad por un motivo personal, la representación de la Federación Española corrió a cargo de María Tato, al frente del Comité Técnico. El Consejo Superior de Deportes contó con su Director de Gabinete, Juan Carnicer. Mientras que José Ramón Cuetos Lobo representó a la Federación Asturiana. La mayoría de los miembros de este primer grupo se quedaron en el estadio en las otras dos tandas de presentación.

EN DIRECTO: Así fue la presentación del proyecto "Asturias 2030", donde se pudo ver cómo será el futuro Molinón

La segunda manga se celebró en la sala 1908. Es decir: la que el anterior Consejo de Administración usaba para las reuniones críticas. Por aquí, a partir de las 11: 30, tras esperar un rato largo fuera del estadio su turno, estuvieron Luis Manuel Flórez, "Floro", Marina Pineda, y José Ramón Tuero, del PSOE; Sara Rouco, de Vox; Javier Suárez Llana, de Izquierda Unida; y Olaya Suárez, de Podemos. Una hora más tarde sería el turno de la tercera presentación. El escenario viró: para la puesta en escena pública, el Sporting regresó a la sala que había usado con el primer grupo. La sala de prensa de El Molinón, que, por cierto, estaba llena. Entre los asistentes: Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón; José Ángel García, tesorero de la Cámara de Comercio de Oviedo; Daniel González, de la Cámara de Comercio de Avilés; Begoña Fernández Costales, al frente de la Federación de Empresas y Directivas Asturianas; Javier Martínez, vicepresidente de Otea; Pedro Alonso, vicerrector de la Universidad de Oviedo; Eduardo Sánchez, de Compromiso Asturias; Marco Antonio, presidente del Comité Técnico de Árbitros; Joaquín Miranda, del Grupo Covadonga; y José Enrique Plaza, presidente del Santa Olaya. También representantes de la Asociación Anselmo López, y clubes asturiano. Uno, ilustre: Diego Baeza (Real Avilés). La puesta en escena se cuidó con mimo. Desde la distribución de las filas en la repleta sala de prensa del estadio hasta el orden en el que presentaban el proyecto los ponentes: la presentación fue cosa de David Guerra; la explicación de los detalles de la obra corrió a cargo del arquitecto Sordo Madaleno, apoyado en las diapositivas; y la clausura el acto recayó sobre las espaldas de Alejandro Irarragorri. En total, la esperada presentación se cubrió en veinte minutos: tres fueron para la presentación de Guerra (COMPLETAR. Luego llegó el turno de las preguntas. La mayoría fueron para la financiación, burocracia urbanística, y los bajos comerciales.

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