Así acortó plazos Campuzano para su recuperación: la clave de su regreso

El delantero, que ha recortado dos semanas la vuelta por su de su lesión en el bíceps, pagó de su bolsillo sesiones en cámara hiperbárica

Campuzano, ayer, en Mareo.

Campuzano, ayer, en Mareo. / Fernando Rodríguez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

"Caer y levantarse. Volver a caer y volver a levantarse", escribió Víctor Campuzano en sus redes sociales –en concreto a través de su cuenta de Instagram– después de confirmarse el daño de su lesión en la pierna derecha en un lance del duelo disputado en El Molinón entre el Sporting y el Racing de Ferrol, el pasado 28 de enero: las pruebas detectaron que el punta, de 26 años, tenía una "lesión muscular en el bíceps femoral". Aunque el club rojiblanco no fijó un horizonte claro de baja y se ciñó a anunciar que dependería "de la evolución", los expertos calcularon que la dolencia le dejaría K.O. por unas seis semanas, mes y medio, más o menos.

Hoy se cumple un mes, y Campu ya es uno más en las sesiones del primer equipo, entrena a buen ritmo, y tiene serias opciones de estar listo para el choque que se disputa pasado mañana en el estadio rojiblanco ante el Albacete. Dependerá después de la decisión de Miguel Ángel Ramírez, en comunicación con el área que lidera Odin Vite. Pero Campu ha hecho su trabajo y recortado dos de las seis semanas en las que los médicos fijaban su tiempo de baja por lesión.

¿Cómo? Pues gracias a un esfuerzo extra. El atacante, que estaba en su mejor momento desde su llegada a Mareo, con cinco goles, siendo clave, y que ha dejado con su ausencia un vacío que de momento se está notando mucho en el proyecto, está poniendo todo de su parte para volver a estar listo cuanto antes para el equipo. Una de las claves de este proceso ha estado en un sistema médico moderno que es cada vez más usado por deportistas profesionales: el delantero se ha entregado a las cámaras hiperbáricas para avanzar en su proceso de recuperación a través de la oxigenoterapia.

Estas cámaras, que cuestan unos 100.000 euros cada una, son dispositivos médicos que se usan para aplicar una presión atmosférica elevada de oxígeno puro al cuerpo, un proceso que los expertos creen que ayuda a la recuperación de la lesión.

El delantero, que todavía sigue haciendo alguna tanda, aunque ya está prácticamente "ok" de su lesión, ha llegado a realizar tres sesiones en cámaras hiperbáricas por semana para tratar de recortar plazos y avanzar en su regreso al equipo. Campu, de hecho, ha pagado de su mismo bolsillo estas sesiones de oxigenoterapia, priorizando lo deportivo a lo económico. Ha acudido a los dos centros que tienen este tipo de máquinas modernas en la ciudad: al que está situado en los bajos de El Molinón, y la Clínica Covadonga. Además de este proceso, ha realizado en distintos momento dobles sesiones de trabajo en Mareo con los readaptadores del club, tratando de acortar plazos. El resultado, un éxito total.

Acerete sigue en dinámica. Por otro lado, Miguel Ángel Ramírez mantuvo ayer a Cristian Acerete con el primer equipo después de tirar del delantero del filial para el viaje a Burgos. El joven punta, de 21 años, se quedó sin minutos en el duelo de El Plantío, aunque el cuerpo técnico ha mantenido esa confianza en sus condiciones con la continuidad en las sesiones con el primer equipo en este inicio de semana. Acerete tiene sus opciones de estar entre los citados para el duelo de este viernes en El Molinón, siendo un recurso más para el preparador canario, que aprecia el perfil de este menudo jugador, con mucho olfato de gol y que está siendo clave en el Sporting Atlético. Además de Acerete, Ramírez también citó a Kembo.

Antiviolencia pide multar al club con 10.000 euros

La Comisión Antiviolencia ha propuesto multar con 10.000 euros al Sporting de Gijón por "permitir la entrada y exhibición de tres pancartas de grandes dimensiones, con un lema ofensivo, desplegadas durante el encuentro ante el Oviedo, sin comunicación previa ni autorización del coordinador de seguridad". Los carteles fueron desplegados al descanso y estaban colocados en la Grada de Animación de El Molinón. Las pancartas tenían un mensaje con carácter ofensivo: "Todo reino tiene sus bufones", se podía leer en los letreros desplegados en el campo municipal del Sporting. Estos carteles no superaron el filtro de la seguridad del club rojiblanco, que no tenía constancia alguna de que iban a ser ubicados en el campo porque los autores de estos letreros no lo comunicaron a la entidad, sino que situaron estos mensajes en mitad del partido. El tifo que se desplegó al inicio del encuentro sí superó todos los filtros, y no tiene nada que ver con esta situación que ahora han denunciado desde Antiviolencia. El club rojiblanco, que no estaba informado de estos carteles, por lo que no pudo dar el aviso al coordinador de seguridad, está a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos y estudiará si recurre la sanción, en caso de que salga adelante.

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