Puerto Príncipe, Agencias

En Haití sigue habiendo margen para los milagros en forma de rescate más de una semana después del terremoto que asoló la mitad occidental de la isla de La Española. Elizabeth Filema, un bebé de 22 días, fue rescatada bajo los escombros de su casa en la ciudad costera de Jacmel, al sureste del país caribeño, por dos equipos de bomberos franceses y colombianos, y ahora se recupera en un hospital, junto a su madre, que llevaba una semana desesperada, sin poder dormir y deseando morirse por haber perdido a su hijita.

Los bomberos bogotanos desplazados en Jacmel, 40 kilómetros al sur de Puerto Príncipe, contaron con la colaboración de un grupo de búsqueda francés en el rescate del bebé. La madre del bebé explicó al equipo de rescate que el pasado martes, cuando tuvo lugar el devastador sismo, el edificio se desplomó y ella salió expulsada, mientras que la niña quedó encerrada en un cuarto de la casa.

Elizabeth estaba acostada en una cama sobre la que había una viga que bloqueó el derrumbe del techo, por lo que se originó una bolsa de aire en la que la niña pudo respirar y mantenerse con vida. Los bomberos consideraron que el caso de Elizabeth fue «un milagro».

Pero no ha sido el único. Equipos de búsqueda de Estados Unidos, Francia y Turquía rescataron ayer con vida a una joven de 25 años, Hoteline Losama, quien también pasó siete días en un hueco formado entre tabiques y cascotes, aprisionada por un refrigerador y cerca de un cadáver, bajo los restos de uno de los supermercados de Puerto Príncipe. La sonrisa de inmenso agradecimiento de Hoteline fue el premio de los abnegados bomberos, que lucharon durante horas para dar con ella.

Más milagros, el de Ena Zizi, una mujer haitiana de 69 años, que pudo salir adelante ayer gracias a un grupo de rescate mexicano, que localizó a la anciana entre las ruinas de la casa parroquial de Puerto Príncipe, un edificio de tres pisos construido al lado de la catedral.

La mujer, con varias fracturas y muy deshidratada, salió de los escombros cantando y dando gracias por haber vuelto a respirar al aire libre tras una semana enterrada viva. La cruz de su rescate fue la recuperación del cuerpo del arzobispo de Puerto Príncipe, monseñor Serge Miot, aplastado bajo los escombros de la catedral. Fueron también los mexicanos quienes participaron en el operativo. Según este mismo equipo, hay posibilidades de que todavía se encuentren más personas vivas bajo lo que fue la catedral. Hasta el momento han sido rescatadas 121 personas.

Después de tantos muertos, en Haití resultan chocantes, incluso, las noticias más naturales del mundo, como son los nacimientos. En el Hospital de La Paz, que gestiona en Puerto Príncipe el personal del servicio de emergencias de Madrid desplazado a la isla, se ha sacado adelante el parto de dos mellizos, un niño y una niña, a pesar de las dificultades sufridas por su madre, que no sabía ni siquiera que estaba embarazada. La mujer le puso el nombre de Javier al niño, en agradecimiento a quien realizaba las labores de matrona del Samur, Javier Quiroga.

En Estados Unidos sobrecoge la historia del realizador de cine Dan Woolley, que ha aparecido en un programa de la NBC para explicar cómo se salvó gracias a su iPhone. Por medio de esta terminal pudo saber cómo hacerse un torniquete en su pierna fracturada y detener la hemorragia que manaba de su cabeza. Woolley, que estuvo atrapado 65 horas en el hotel Montana, escribió a lo largo de ellas varias cartas de despedida para su mujer y sus hijos, en la creencia de que no saldría con vida de la experiencia. Afortunadamente, no fue su adiós definitivo.