Oviedo, Luján PALACIOS

El joven ovetense acusado de un delito de agresiones sexuales en un ascensor reconoció ayer haber intentado propasarse con la víctima y aceptó un año de prisión. Asimismo, deberá pagar una multa de 60 euros por un delito de coacciones e indemnizar a la joven con 3.000 euros. Tampoco podrá acercarse a ella a menos de 500 metros en el plazo de cinco años.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2008, cuando el acusado, R. F. R., siguió a I. T. R., de 25 años, hasta el portal de su domicilio, en Oviedo. Una vez allí, aprovechó para entrar en el edificio a la vez que ella. Aunque I. T. R. se quedó junto a los buzones, al ir a tomar el ascensor se encontró con el acusado en su interior. La mujer le preguntó a qué piso iba, y subieron juntos.

Según el escrito de calificación de la fiscalía, ya con el ascensor en marcha empezó a decirle que era muy guapa, que estaba muy buena, y comenzó a tocarle el trasero y a pedirle que lo besara. La joven se negó, llegó a propinarle un bofetón y sólo logró zafarse de su agresor cuando comenzó a gritar.

Días después, en octubre, el acusado estuvo rondando frente al negocio en que trabajaba la chica, hasta que fue detenido por la Policía. «Nunca antes lo había visto, y cuando comprobé que me seguía hasta el trabajo me asusté y le denuncié», indicó ayer I. T. R., quien aclaró que «esto no es una forma de ganar dinero gracias a la indemnización, en realidad no esperaba nada del juicio». «He pasado un mal trago, tenía la sensación de que me seguían siempre, me costó superarlo y volver a salir a la calle», añadió.