Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han detectado en tan sólo una semana a 2.600 conductores que se habían puesto al volante después de haber consumido alcohol o drogas. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), ésos son los resultados de la campaña de control llevada a cabo entre el 1 y el 7 de junio, una semana en la que se realizaron 208.782 pruebas, en las que 622 conductores dieron positivo a drogas y 1.978 a alcohol.

Respecto a las pruebas salivales de detección de drogas, los agentes practicaron 1.909 a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, habían cometido alguna infracción o que se habían visto implicados en un accidente.

De ellos, 622 resultaron positivas, es decir, el 32 por ciento del total. A estos conductores se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa y dos de ellos además han sido puestos a disposición judicial al presentar signos evidentes de conducir bajo la influencia de las drogas tras haberse visto implicados en un accidente. Como ya es habitual, entre las drogas más consumidas están el cannabis (449 casos), la cocaína (198 casos) y las anfetaminas (72 casos).