Un total de 170 matrimonios que celebraron su banquete nupcial en un conocido restaurante de Pruvia (Llanera) en los años 2007 y 2008 tendrán que desfilar por el Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo como testigos de un juicio por fraude fiscal contra el hostelero que les sirvió las comidas, para el que el ministerio público solicita dos años y medio de cárcel y el pago de la cantidad defraudada, unos 330.000 euros. Los letrados defensores de R. M. B. G., el madrileño Álvaro Vidal Herrero y el ovetense Pedro Menéndez Prieto, consideran que se ha malinterpretado la documentación obtenida en un registro y en la que se basan la Fiscalía y el Abogado del Estado para fundar sus acusaciones. En opinión de estos letrados, el fraude no iría más allá de 3.000 euros, en una empresa que facturaba 700.000 euros al año.

El ministerio público acusa a la empresa de recibir sobreprecios respecto a las cantidades que figuraban en las facturas presentadas a Hacienda. Las anotaciones son del tipo "Inés y José, 7.700 euros", cantidad que excedería la que se declaró ante Hacienda.

Según el letrado Álvaro Vidal, las anotaciones en las que se basa el ministerio público no se corresponden en absoluto con banquetes de boda. Y puso como ejemplo una comida de tres tortillas, por un importe de 11,2 euros cada una, que en la documentación de las acusaciones figura como un banquete de 11.200 euros. Para el abogado Pedro Menéndez Prieto, este asunto ha herido de muerte al restaurante.