Una niña de 13 años pasó un año encadenada y confinada en el sótano de una casa de la ciudad de Toledo en Ohio (Estados Unidos). La menor consiguió escapar en un descuido de sus captores y denunciar el caso a la Policía, que detuvo a los presuntos autores del secuestro: el padrastro y el hermanastro de la niña, que intentaron huir. Los agentes hallaron en la vivienda varios objetos inculpatorios, entre los que había varias cadenas.