La investigación achaca a un despiste el atropello de una familia en Covadonga
El conductor, el francés A. J. I. de 64 años, queda libre tras declarar como imputado por un delito de lesiones graves Dos heridas siguen ingresadas
Una distracción mientras conducía: esa es la principal causa que baraja la Guardia Civil para explicar el atropello de una familia de Móstoles en la carretera de Covadonga el pasado martes. El conductor del vehículo, un ciudadano francés de 64 años que responde a las iniciales A. J. I., invadió con su vehículo la acera a la altura de El Repelao pasadas las tres y media de la tarde, causando daños a cinco de los siete integrantes de la familia cuando bajaban caminando en dirección a Cangas de Onís tras visitar la Basílica. Dos mujeres aún permanecían ingresadas al cierre de esta edición, en estado grave.
El conductor, que tras el accidente aseguró "no recordar nada", fue detenido la tarde del martes como posible autor de un delito de lesiones graves por imprudencia y trasladado al destacamento de tráfico de Ribadesella para declarar. Quedó en libertad esa misma tarde-noche a la espera de ser citado por el Juzgado de Cangas de Onís.
A.J.I, que dio negativo en el test de alcoholemia, descartó que el siniestro se hubiera producido por un exceso de velocidad o porque se le cruzara en el camino un animal, como apuntaban algunos testigos. Su mujer, que le acompañaba como copiloto, confirmó que iban "suave" y puso como ejemplo el hecho de que el airbag no saltara.
Por su parte, dos de las víctimas del atropello continuaban ingresadas como consecuencia del suceso. La primera, una mujer de 31 años que responde a las iniciales B.R.L, permanece grave en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), con una pierna seccionada como consecuencia del arrollamiento. Otra mujer se recupera en el hospital de Arriondas, donde a última hora del martes fue intervenida quirúrgicamente con éxito por una lesión en la tibia. Otros tres miembros de la familia abandonaron el hospital de Arriondas pasada la una de la tarde: se trata del bebé de nueve meses y sus progenitores. El abuelo del bebé, que permaneció la noche anterior en observación por un traumatismo, salió con el brazo en cabestrillo y declinó hacer declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA antes de subirse con dificultades a su vehículo. "Me quedaré unos días en Asturias a descansar, no puedo viajar así", dijo.
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