La muerte en la jornada de ayer de una vecina de Navia por inhalación de gases en un incendio declarado en su vivienda eleva a seis las víctimas mortales a causa de incendios o de la mala combustión de estufas o cocinas en los últimos cuatro meses en Asturias. Además, en este periodo han resultado intoxicadas una veintena de personas. La última víctima, María Aurora Pérez, de 75 años, perdió la vida en la madrugada de ayer al incendiarse la habitación de la planta baja en la que dormía en una vivienda de la avenida del Pardo de Navia. Las llamas calcinaron por completo el dormitorio de la mujer, a la que fue imposible rescatar. Se desconoce el origen. Otras tres personas que residían en la vivienda, dos hijos y un nieto de la fallecida, resultaron intoxicadas leves por el humo. La villa naviega quedó conmocionada. La víctima pertenecía a una conocida familia de hosteleros que regenta un café en Navia y un restaurante en Ribadeo (Lugo).

El suceso se produjo en plena noche. El incendio comenzó en el dormitorio de la septuagenaria, que dormía sola en su habitación, aunque estaba en la vivienda con otros tres varones de entre 30 y 40 años. Los ruidos producidos por la combustión de los enseres del hogar despertaron a los familiares, que trataron de sofocar las llamas con extintores. De inmediato, se avisó al 112 Asturias, cuando pasaban unos minutos de las seis y media de la mañana. Los primeros en acudir a la llamada, por cercanía, fueron los miembros de Protección Civil de Navia, que prestaron ayuda con una motobomba municipal. Para sofocar el incendio se desplazaron efectivos del SEPA con base en Valdés y Barres y el jefe de zona noroccidental. Se movilizaron cinco autobombas y un vehículo de altura. La densidad del humo hizo que los primeros bomberos en entrar en la casa tuvieran que usar equipos de respiración y la cámara de imágenes térmicas. "Cuando llegaron los bomberos de Valdés se encontraron con que había una habitación que se estaba quemando y que había mucho humo", relató el jefe de zona, Ángel Castañón.

A las siete y veinte se dio por controlado el incendio. "Pasamos entonces a labores de ventilación y desescombro. Cuando detectamos que había una persona fallecida, esperamos a la Policía judicial de la Guardia Civil", añadió el bombero. "Lo que sabemos es que todo sucedió dentro de la habitación", remató. Los tres hombres afectados leves por inhalación de humo fueron atendidos por sanitarios del SAMU y dados de alta en el mismo lugar.

"Una pena muy grande"

Los vecinos no se percataron de la situación hasta primera hora de la mañana, cuando, al abrir sus ventanas, se dieron de bruces con los vehículos de emergencias. "Es una pena muy grande, es muy triste perder así la vida", lamentó una de las vecinas, quien explicó que la fallecida "prefería hacer vida doméstica y se la veía poco". Durante toda la jornada, el establecimiento de la familia en la villa permaneció cerrado.

Los últimos meses han sido especialmente trágicos en la región en lo que a accidentes domésticos relacionados con el fuego o el humo se refiere. En agosto, un hombre de 86 años perdió la vida tras inhalar humo durante un incendio en su vivienda de Nava. En Cazanes (Villaviciosa), María del Pilar Martínez, de 52 años, pereció al arder la casa rectoral en la que residía con su hermana, en un incendio originado por un brasero. La mala combustión en una caldera de biomasa provocó la muerte en el barrio ovetense de Ventanielles de un instalador cuando la estaba revisando. En Cerredo (Degaña), un hombre de 68 años falleció en noviembre tras inhalar gases tóxicos, y su mujer, de 58 años, resultó afectada de gravedad. El pasado fin de semana, en Quintana de Villazón (Salas), una octogenaria fue encontrada sin vida en la vivienda en la que residía sola, que presentaba altos niveles de monóxido de carbono.