Tráfico sorprendió durante el puente de la Asunción, entre el viernes 11 de agosto y el festivo del martes 15, a un total de 109 conductores bebidos o drogados en las carreteras asturianas. Los agentes hicieron un total de 5.634 pruebas de alcoholemia, de las que resultaron positivas 79, un 1,4 por ciento, lo que supone el doble que en la última campaña desarrollada el pasado mes de junio. De estos positivos, 66 fueron detectados en controles preventivos, siete tras haber cometido una infracción y otros seis por estar implicados en un accidente. En nueve casos, los conductores superaron los 60 miligramos de etanol por litro de aire espirado, lo que implica 1.000 euros de multa y la retirada de seis puntos del carné, así como la apertura de diligencias por un presunto delito contra la seguridad vial. En cuanto a las drogas, se hicieron un total de 69 test salivares, de los que resultaron positivos 30, el 43%, 12 puntos por encima de los resultados de la última campaña.

De los treinta conductores sorprendidos drogados, 17 dieron positivo en hachís y otros trece en cocaína. Además, tres de ellos también dieron positivo en opiáceos, y uno en metanfetamina. Los positivos conllevan prisión de entre tres a seis meses, y alternativamente multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, así como la privación del derecho a conducir entre uno y cuatro años. Tráfico está incrementando este tipo de pruebas. Para este año quiere hacer 100.000 en España.

Además la Dirección Provincial de Tráfico y el Gobierno asturiano realizarán este fin de semana una campaña especial con jóvenes para evitar el uso del móvil al volante así como el consumo de alcohol y drogas.