A juicio el dueño de un club de alterne de Tineo y otro hombre que guardaban un arsenal de armas
La Guardia Civil le encontró en poder de los dos acusados dos pistolas, dos revólveres, un rifle, cuatro carabinas, cuatro escopetas, bayonetas, machetes, navajas, una catana y hasta un paralizador eléctrico
Dos pistolas, dos revólveres, un rifle, cuatro carabinas, cuatro escopetas, bayonetas, machetes, navajas, una catana y hasta un paralizador eléctrico. La Guardia Civil de Oviedo encontró a dos individuos en poder de este arsenal en marzo de 2015. La mayor parte de ellas pertenecían al dueño de un club de alterne de Arancinas (Tineo). El otro acusado es una hombre al que el primero le transmitió algunas armas. Mañana se sientan en el banquillo del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo. Las penas que pide el fiscal no son una tontería: tres años de cárcel para el dueño del club y otros dos años para el segundo acusado.
Cuando se les detuvo, en 2015, se pensaba que traficaban con armas ilegales. Ahora se les imputa tenencia y depósito ilícito de armas. Aparte, guardaban un montó de munición, hasta 653 proyectiles de todos los calibres y hasta una mira telescópica.
La "operación Maritornes" fue llevada a cabo por el Equipo de Investigación de Pravia, Cangas del Narcea y Tineo desde varios meses antes de los arrestos, tras detectar los agentes la posible venta de armas de fuego de procedencia ilegal en la localidad de Cangas del Narcea. Todas las armas de fuego intervenidas tenían borrado el número de serie y estaban preparadas para ser utilizadas en cualquier momento. Se creía que las armas iban a ser vendidas a delincuentes para cometer delitos.
Temas
Más en Caso Abierto
-
La familia del británico desaparecido hace un lustro: "Mark perdió el autobús en Ontinyent y ya no supimos nada más de él"
-
Investigan si la víctima del crimen de Abanilla conoció a su asesino en Tinder
-
El caso de la mujer desaparecida a bordo del "García del Cid” revoluciona el CSIC: el acoso implicará despido y denuncia penal
-
Los teléfonos móviles sitúan a Judith y a su supuesto homicida juntos en varios lugares