Ángel Alonso Aguirre, "Gelito", encontró la muerte en las montañas donde se ganaba la vida con su ganado y donde tenía depositados sus planes de futuro. El ganadero, de 33 años y natural de Villanueva (Santo Adriano), aunque residente en Lugones (Siero), falleció en la mañana de ayer al despeñarse con su coche todoterreno cuando regresaba de la jira de Cuevallagar (Yernes y Tameza), según indicaron allegados.

Por motivos que se desconocen -en la madrugada de ayer la niebla cubría toda la zona-, el coche cayó por un terraplén desde la pista que va de la majada hasta la carretera de Linares (Proaza). Su todoterreno dio varias vueltas de campana y salió despedido fuera del mismo. Una persona dio el aviso a los servicios de emergencia al encontrar el vehículo. Hicieron falta largas horas de trabajo para que los bomberos pudiesen recuperar el cuerpo.

Su muerte ha conmocionado a los vecinos de los Valles del Trubia y, especialmente a Villanueva, donde era muy conocido y querido, así como su familia, de toda la vida vinculada a la actividad ganadera. De hecho, Alonso -casado y padre de un niño pequeño- tenía entre manos planes de futuro para seguir adelante con una actividad heredada ya de su abuelo, un conocido tratante. Tanto el alcalde de Santo Adriano, Jesús Muñiz, como el de Yernes, Carlos Fernández, mostraron su pesar por lo ocurrido, algo que tiñó de luto las fiestas de Cuevallagar. El primero lamentó la mala suerte de Alonso, con quien había estado el pasado viernes hablando de sus planes. "Es una tragedia y mis pensamientos están con su familia. En Villanueva todos nos conocemos", dijo Muñiz.