Los montes de la zona de Mieres cuentan con al menos 63 pozos similares al de Totalán, donde cayó el pequeño Julen, que están sin medidas de protección. Así lo denunció ayer la Sociedad de Cazadores de Mieres, que el año pasado consiguió el apoyo de Hunosa para elaborar un documento donde se mostraba la ubicación de estos agujeros. Y es que la mayoría corresponden a minas de alta montaña, propiedad de la hullera estatal. El compromiso, como resaltó el presidente de la entidad, Antonio Martínez, era comenzar a taparlos durante la próxima primavera en colaboración con Hunosa. Sin embargo, desde el cambio en la dirección de la hullera, "no sabemos nada, a pesar de lo peligrosos que son estos pozos". De hecho su entidad "lleva más de quince años denunciando esta situación". Y no sólo eso, ya han tenido más de una caída obligando a la intervención, incluso, del grupo de rescate de la Guardia Civil. Eso sí, de momento no ha habido que lamentar daños personales.