Un kamikaze octogenario provocó ayer un accidente en cadena en el que se vieron implicados cuatro vehículos que colisionaron entre sí por alcance, dejando como resultado dos heridos de carácter leve. El infractor se dio a la fuga y fue detenido poco después por la Guardia Civil. Se le imputa un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.

El impacto tuvo lugar a la salida de Avilés, en la autovía AI-81 a la altura del centro comercial de Trasona, en el punto kilométrico 3,5, a las 15.30 horas de la tarde. El infractor, un varón que superaba los 80 años de edad, se encontraba circulando por la rotonda que da acceso a la superficie comercial.

Su intención, según la Guardia Civil, era regresar a Avilés, aunque por error terminó circulando varios metros en el sentido contrario a la marcha, en los dos carriles que llevan hasta Gijón y con abundante tráfico.

Al intentar esquivarlo, M. A. A. L., de 42 años, y L. M. G., una mujer de la misma edad, resultaron heridos de carácter leve. El conductor se dio a la fuga, pero fue localizado poco después del accidente por el destacamento de Atestados de Tráfico de Gijón. A dicho conductor, cuya matrícula es 6744 DPV, se le imputa un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.

En el accidente se vieron implicados cuatro turismos que colisionaron entre sí por alcance. Las matrículas de estos vehículos son: 063 JFN, 6937 GPR, 2448 DPV y 0847 GLZ.

Al lugar de los hechos se desplazaron la Guardia Civil, una patrulla de la Policía Local de Avilés para ayudar a regular el tráfico y también una uvi móvil para atender a los heridos, que precisaron de asistencia médica, aunque finalmente su pronóstico, dadas las circunstancias y la espectacularidad de los daños en la carrocería de sus coches, es leve.

El accidente, eso sí, provocó retenciones de un kilómetro en la autovía en dirección a Gijón. La cola de vehículos fue larga, ya que el accidente se produjo en hora punta y con abundante tráfico. Varios operarios trabajaron para retirar los restos de la colisión, y la circulación a eso de las cinco de la tarde ya fluía con normalidad.