En mitad de una "inconmensurable" consternación por la desgracia, los responsables del campamento en el que pasaba sus vacaciones la niña que falleció ahogada el pasado viernes durante una excursión por el río Cares se unen a la familia de la joven en la pretensión de saber si el accidente que le costó la vida "era evitable". Curro de Gregorio, portavoz de Layos Camp, la promotora de la estancia de la menor en Comillas (Cantabria), acogió ayer con cierta sorpresa la versión que da la empresa organizadora del descenso en canoa sobre las condiciones en que se encontraba el río, que llevaba poca agua y mucha fuerza, dijeron, lo que les hizo llegar a valorar la suspensión de la actividad. "Nadie nos informó de que hubiese dudas o el más mínimo riesgo", afirma De Gregorio, que quiere sin embargo "dejar abierta la posibilidad de que todo haya sido una desdicha fatal".
Está pendiente de "contrastar" las circunstancias en que se produjo la desgracia y mientras tanto el campamento se dirigió ayer a las familias en un comunicado que precisa que "la actividad de rafting se subcontrata con una reconocida escuela local de Asturias de probado prestigio y experiencia y los niños estaban acompañados en todo momento por los monitores de esa escuela y de los de Layos Camp. Por descontado", rematan, "iban equipados con todas las medidas de seguridad necesarias".
La joven, de catorce años, que asistía por tercera vez a los campamentos que organiza la compañía, aunque era su estreno en el de Comillas, encontró la muerte en un sifón del Cares a la altura de la localidad de Mildón (Peñamellera Alta). "No nos terminamos de creer que haya sucedido esto", afirma Curro de Gregorio. El lugar en el que se produjo el accidente "estaba localizadísimo, era el único punto peligroso del recorrido". De momento, el portavoz de la organización del alojamiento no especula y espera a que el atestado de la Guardia Civil pueda ayudar a disipar sus dudas y a esclarecer lo sucedido.
Tras cancelar el campamento de Cantabria y redistribuir a los niños por otros que gestiona en distintos puntos del país, la empresa afirma en el comunicado dirigido a su clientela, "el más difícil en 35 años de trayectoria", que "no hay palabras para describiros nuestro inconmensurable dolor" por la pérdida que ha sufrido una familia "que nos es especialmente querida y cercana por habernos confiado a sus hijos y sobrinos en repetidas veces".
