¿Quién manda en el cártel de Sinaloa? Los Chapitos, El Chapo... y el hombre en la sombra nunca capturado

La detención de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de El Chapo, no convence del todo, ni mucho menos, a todos los expertos en el narcotráfico

Disturbios tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, en Sinaloa

Disturbios tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, en Sinaloa

T. P. G.

En México no todo es lo que parece. Es más, casi nunca todo es lo que parece. Al menos cuando la política y el narcotráfico cruzan sus caminos. Y llevan cruzándolos ya demasiados años dejando por el medio un enorme reguero de violencia y contribuyendo notablemente a elevar al país a los primeros puestos del ranking internacional de naciones con mayores tasas de homicidios. El último "hit" en el país azteca fue la detención de Ovidio Guzmán, uno de los hijos (hay una larga lista de ellos) de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. ¿Pero hasta qué punto ha golpeado este hecho al cártel de Sinaloa, una de las más temidas y peligrosas asociaciones del narcotráfico del mundo?

En el círculo de expertos sobre redes mexicanas de narcotráfico, la operación desarrollada en las cercanías de Culiacán (capital de Sinaloa) para detener a Ovidio Guzmán no ha convencido del todo. Al menos, a una parte de ellos. Lo que ha sido vendido como un gran éxito por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y sus mandos militares más cercanos, es relativizado por estudiosos del cártel de Sinaloa, donde se instauró una etapa de calma tensa tras la detención definitiva y extradición a los Estados Unidos de El Chapo en 2017. Aquí van unas claves para entender la situación según lo que dicen expertos en el tema que no han tenido empacho ni temor a denunciar en años anteriores diferentes situaciones así como hechos y sombras de connivencia entre el poder político y el narcotráfico en México.

¿Quién es Ovidio Guzmán?

Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo detenido, fue fruto de segundo matrimonio, con Griselda López Pérez. Los informes apuntan a que sería uno de los cuatro hijos con mayor rango dentro del cártel de Sinaloa. Es conocido como "el ratón", y su arresto por efectivos militares mexicanos el pasado 5 de enero de 2023 era el segundo gran intento tras el sonado fracaso del 17 de octubre de 2019, el conocido como "culiacanazo" o "jueves negro".

¿Qué fue el "culiacanazo"?

La también conocida como "batalla de Culiacán" o "jueves negro" ocurrió después del arresto de Ovidio Guzmán el 17 de octubre de 2019. Hombres armados y sicarios del cártel de Sinaloa tomaron las calles de la capital sinaloense. La violencia y amenaza de baño de sangre hizo claudicar al gobierno de López Obrador, que decidió soltar a Ovidio Guzmán en una decisión que causó sonrojo internacional. Tras la segunda y definitiva detención de Ovidio Guzmán, el pasado 5 de enero, se produjo un conato de un nuevo culiacanazo, con hombres armados tratando de sembrar el caos en la ciudad, quemando vehículos y generando tiroteos. Sin embargo, esta vez no consiguieron revertir la operación desarrollada por elementos militares mexicanos. Eso sí, se produjeron al menos 29 muertes, diez de ellas de miembros del Ejército.

¿Quiénes son Los Chapitos y qué representan?

Los Chapitos no son otros que los que serían herederos de sangre del gran negocio de la droga de El Chapo. Se trata de la facción del cártel de Sinaloa encabezada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar (fruto de su primer matrimonio con María Salazar) y Joaquín y Ovidio Guzmán López (fruto de su segundo matrimonio con Griselda López).

¿Quién manda dentro de Los Chapitos?

La cuestión es que no está del todo claro que Ovidio, el hijo de El Chapo recientemente detenido, sea el elemento más importante dentro de esta facción. Así lo distinguen investigadores sobre el narcotráfico, que apuntan más bien a Iván Archivaldo. Existen fundados indicios, afirman, de que, de hecho, fue Iván Archivaldo quien dio la orden de sacar a los sicarios a la calle en el primer "culiacanazo" que consiguió que Andrés Manuel López Obrador devolviera la libertad a Ovidio Guzmán. Es por este motivo que restan importancia al golpe que supone para la estructura del cártel el encarcelamiento de este hijo de El Chapo.

¿Son realmente Los Chapitos los que encabezan el cártel de Sinaloa o del Pacífico?

Esta es una pregunta que se realizan muchos de los estudiosos de la estructura del cártel de Sinaloa. Y no pocos concluyen que, dentro del clima de tensión generado tras la caída definitiva de El Chapo, Los Chapitos quieren ir escalando en importancia en la organización. Pero eso no quiere decir que mantengan el poder en la estructura criminal, toda vez que viejos pesos pesados siguen ejerciendo su autoridad.

¿Por qué nunca se detuvo al hombre con más larga trayectoria de contrabando a sus espaldas?

Es en este punto donde emerge el nombre de Ismael Mario Zambada García, alias El Mayo. Internacionalmente no se ha escuchado su nombre tanto como el de El Chapo, que labró su fama a golpe de surrealistas huidas de cárceles mexicanas. Pero ha estado ahí desde el principio: fundador y mandamás del cártel de Sinaloa -también llamado del Pacífico- junto a El Chapo, de quien fue una especie de mentor. La cuestión es que, por una cosa u otra, nunca ha sido encarcelado. Y El Mayo ahí sigue, intocable en las montañas de Sinaloa. A él le atribuyen muchos investigadores la mayor cuota de poder en el cártel, toda vez que su veteranía y forma de llevar el negocio ilícito, con gran discreción, han inspirado históricamente un profundo respeto entre los narcotraficantes mexicanos.

¿Cuál es la situación?

Así, en el panorama dibujado tras la caída de El Chapo, queda por un lado El Mayo Zambada, que ya cuenta con 75 años, baluarte del viejo hacer y de los códigos antiguos del narcotráfico. Su imposible captura ha levantado todo tipo de suspicacias respecto a su relación con el poder político mexicano (no hay que olvidar la historia de Genaro García Luna, alta autoridad política y de seguridad mexicana durante años detenida por su connivencia con el cártel de Sinaloa). Y, por otro, están Los Chapitos, a quienes se les atribuyen unas formas más agresivas y menos dialogantes de ejercer el negocio de la droga, capaces de sacar sin pudor a sus sicarios a la calle, como hicieron en el "culiacanazo". Aunque, apuntan especialistas, conviven en un tenso equilibrio, fruto del respeto que sigue inspirando la figura del Mayo. A ello habría que sumar otras facciones dibujadas por algunos expertos, como la representada por El Guano, hermano de El Chapo. Igualmente, y por otro lado, estarían los movimientos registrados por otro veterano histórico, Rafael Caro-Quintero, para tratar de hacerse con el poder.

Violenta competencia al acecho

Y, desde fuera, aguarda el cártel de Jalisco Nueva Generación, gran y tremendamente violento rival de la organización de Sinaloa que trata de disputarles todos los territorios posibles. Hay expertos que auguran que si faltase algún día la figura del Mayo Zambada, el elemento que aún guarda cierto equilibrio en el seno de la hampa sinaloense, el cártel de Jalisco Nueva Generación entraría a tumba abierta en Sinaloa, desatándose así una sangrienta guerra. ¿Será una de las razones por las que sigue sin caer el Mayo Zambada?