Investigación

La tía estaba dormida acurrucada con su sobrino en el sofá de la casa en Magaluf y el niño se metió en la secadora para darle una sorpresa

Los psicólogos tuvieron que atender a la joven, de 17 años, completamente desolada tras la muerte del pequeño

Entrada del edificio Porto Cristo donde ocurrió el fatal accidente doméstico del niño.

Entrada del edificio Porto Cristo donde ocurrió el fatal accidente doméstico del niño. / JUAN LUIS IGLESIAS

Lorenzo Marina

La joven tía del niño de cuatro años, de 17 años, dormía acurrucada con su sobrino en el sofá de su casa en Magaluf poco antes de que se desatara el fatal accidente doméstico. El pequeño se despertó y se escondió en la secadora con la intención de darle una sorpresa. A continuación se desató la tragedia al no poder salir y falleció por asfixia. Estas son las primeras conclusiones de la investigación de la Guardia Civil al reconstruir los hechos.

Cuando la abuela entró en el domicilio, después de hacer una breve salida a hacer un recado, despertó a la joven. El pequeño se había volatilizado y no acertaban a dar con su paradero. Las dos mujeres buscaron al niño por todos los rincones de la vivienda sin encontrarlo por ningún sitio. Solo quedaba la terraza por rastrear. Allí, al abrir la secadora, se encontraron con la tragedia. El pequeño había fallecido allí por asfixia, al cerrarse el portón y no lograr abrirlo.

Tras avisar a los servicios de emergencia, estos certificaron el fallecimiento del niño. También se activó la presencia del psicólogo. La joven tía, de 17 años, quedó completamente desolada al enterarse del fallecimiento de su sobrino de corta edad. Por este motivo los especialistas le prestaron especial apoyo para ayudarle a sobrellevar esta situación tan crítica.

Investigación

Numerosos efectivos de la Guardia Civil acudieron en la mañana del viernes al edificio Porto Cristo de la avenida s'Olivera de Magaluf, donde se encontraba la vivienda del pequeño, para hacer una completa reconstrucción de lo ocurrido. Los expertos en Criminalística examinaron detenidamente la secadora, donde había perecido el menor. Comprobaron que esta no había sido manipulada.

Mientras, los investigadores de la Policía Judicia de la Guardia Civil tomaron declaración a la abuela y a la tía del pequeño para averiguar lo ocurrido. Los agentes comprobaron que el niño nunca había estado a solas y que todo se trató de un fatal accidente doméstico del pequeño de cuatro años durante su juego preferido: el escondite.