La novena edición de "Arte Santander", bajo la dirección de Juan González de Riancho Bezanilla, que se celebró del 14 al 18 de julio en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander ha seguido apostando por el formato "Solo Projects" que puso en marcha hace siete años como un modelo diferenciado de otras ferias, las necesidades del mercado y una escenografía que sintoniza con un modo de ver más cómodo y apropiado para el visitante. Todo un acierto. En esta ocasión 42 proyectos de otras tantas galerías nacionales e internacionales fueron seleccionados por Beatriz Espejo (comisaria e historiadora del arte contemporáneo), Susana Blas (crítica de arte), Emilio Navarro (gestor cultural y comisario de arte), Moisés Pérez de Albéniz (galerista) y José Manuel Navacerrada (coleccionista de arte). Se continuó con el "Programa de coleccionistas" incentivando la presencia de responsables de museos, centros de arte y colecciones y se amplío el "Programa Visiones Urbanas", intervenciones artísticas en la ciudad, concretamente en diversos aparcamientos de Santander.
De las 42 galerías seleccionadas dos son madrileñas, cuatro procedentes de la comunidad Valenciana, cuatro de Andalucía, tres de Vizcaya, y otras tres asturianas, además de las seis cántabras. La participación internacional está representada por dos galerías alemanas, una polaca, una italiana, una mejicana y otra cubana. Entre las asturianas cabe destacar ATM con el proyecto "El primer obstáculo: la experiencia básica" de Clara Sánchez Sala, una artista que se apropia de objetos encontrados y de la acción arqueológica, recuperando materiales para reflexionar sobre los paisajes alterados por procesos industriales. Gema Llamazares presentó la propuesta de Jesús Zurita "La noche cede", una serie de paisajes con la Naturaleza como protagonista de una pintura que aúna fuerza y barroquismo.
En Guillermina Caicoya, la artista Tamara Arroyo se involucra en el espacio con una selección de trabajos en torno a la importancia de la arquitectura y del cuerpo como lugar de percepción. Por otra parte, la madrileña Puxagallery presenta el trabajo "Paraíso" de Santi Lara, habitual del circuito asturiano, con una obra de gran atractivo que funde lo irracional y lo sobrenatural, con toques irónicos. El ovetense Raúl Hevia fue la apuesta de la galería Josédelafuente en la que desplegó "Una historia de la pintura en Bilbao a través de 8 distritos, 39 barrios, 872 calles, seis meses, un archivo, dos piernas y un mapa", jugando con los situacionistas, el archivo y lo pictórico, en un proyecto de investigación de gran interés.
En la galería Álvaro Alcázar, el artista David Nash, figura histórica del land art, mostró una serie de esculturas realizadas con madera de árboles que han caído de forma natural o han sido talados por seguridad o enfermedad, trabajados mediante la aplicación de diferentes tratamientos, para narrar sus experiencias con el tiempo y el espacio. No menos excelente es el trabajo de Joan Fontcuberta en la galería Juan Silió. El reconocido fotógrafo catalán exhibe las series "Trauma" y "Gastropoda" relacionadas con el paso del tiempo y la interacción de elementos externos, tanto atmosféricos como orgánicos, y como afectan a un material tan básico para la técnica fotográfica como es el papel. Más político, el fotógrafo argentino Marcelo Brodsky despliega en Freijo Gallery su "Memory Works", que recupera imágenes de la resistencia popular al franquismo, fotografías intervenidas por el artista, con pinturas, acuarelas y textos.
En los grandes lienzos de Sergio Barrera en Set Espai D´Art "la pintura -como acertadamente expresa David Barro- se resuelva como una insondable intimidad que se desliza por la superficie de la tela". Y en la instalación de Mabi Revuelta en Vanguardia Arte Contemporáneo, una obra en proceso presentada anteriormente en Artium (2015), se relaciona poesía y ciencia, ficción y lenguaje analítico, un bagaje de indudable interés narrativo. El buen hacer de la escultora vasca June Crespo en la galería CarrerasMugica se manifiesta en las piezas de deshecho, un paisaje de ruinas no exento de poética. El colectivo "Art al Quadrat" integrado por Mónica y Gema Del Rey Jordà en la galería Collblanc Espai D'art rebuscan en la memoria de la postguerra civil española la humillación que sufrían las mujeres rapadas y se sirven del simbolismo del cabello para trazar un retrato de la represión política.
Al margen de estas interesantes propuestas resulta importante señalar como "Arte Santander" ha encontrado su lugar, convirtiéndose en una cita obligada del verano. A ello ha contribuido, sin duda, el formato, el apoyo de las instituciones, su director y un comité seleccionador de prestigio que cumple perfectamente con su papel.
