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Garmendia, entre el silbato y la raqueta

El ovetense es árbitro de hockey sobre patines y jugador de pádel

Ignacio Garmendia, en su faceta de árbitro de hockey, en un partido. LUIS VELASCO

Al hockey sobre patines llegó gracias a su padre. Le enganchó desde el primer momento. Y ahora sabrán la razón. Su progenitor fue uno de los integrantes del Cibeles, uno de los clubes más emblemáticos de la región. "Viví la época dorada del equipo", subraya. "Al final, me calcé los patines", añade.

Como el hockey le debía de parecer poco, el protagonista de esta historia también le da al pádel, deporte al que lleva jugando ya varios años. Así que, como él mismo dice, "estoy entre el stick y la pala". Se trata de Ignacio Garmendia (Oviedo, 1975), un deportista que compagina ambos deportes y que ha hecho de ellos una forma de vida.

Si tuviera que elegir, sería complicado. Tanto que sigue vinculado a los dos. Por lo menos de momento. La historia de Garmendia y el hockey tiene un inicio. En su época de jugador militó en el Centro Asturiano, Langreo, Oviedo Booling y Tres Cantos. En el conjunto madrileño fue donde colgó los patines, aunque siguió al lado de este deporte desde otra perspectiva, la de árbitro.

En esta faceta también obtuvo éxitos y fue uno de los árbitros asturianos que llegó hasta la élite. Juzgó partidos internacionales de la Copa de Europa, de Copa del Rey, además de finales de Liga y Campeonatos de España de diferentes categorías. "Sumando, llevo 33 años vinculado a este deporte", sostiene Garmendia.

En la actualidad sigue echando una mano en la Federación. Pensó en dejarlo, pero no, no podía. Eso sí, "bajé el ritmo, el tiempo no me daba, sentía que me estaba perdiendo otras cosas, entre ellas el pádel", indica. Aun así, este ovetense disfruta dentro de la cancha y formará parte del elenco de árbitros que juzgará la Liga Bronce (Liga de ascenso a Primera Nacional en la zona norte). "¿Dejarlo? Cuesta, al final es tu deporte, lo llevas en las venas, jugué desde pequeño y sigo vinculado a él, es una vinculación de cariño", señala.

Dice que seguirá arbitrando, aunque reconoce que "es un tema más vocacional". También dice que es una labor más "ingrata". Y lo explica: "A un árbitro es raro que vayan a felicitarle después de un partido. A veces pienso en qué necesidad tengo yo de aguantar esto, a veces pienso en dejarlo", añade. Pero no lo hace y mantiene la misma ilusión que cuando empezó. "Me gusta echar una mano con los jóvenes árbitros que vienen por detrás, ya que serán ellos los que se encarguen del arbitraje en el futuro".

Garmendia también saca tiempo para disfrutar del pádel, un deporte "agradable, social, que compartes con amigos y donde se da mucho el tercer tiempo, como en el rugby", explica.

Como Garmendia no sabe estar parado, hace dos años se embarcó en una aventura, en la creación de un club, En2sets: una entidad femenina con la que trabaja para "ayudar a las jugadoras a competir mejor". El objetivo pasa por hacer un buen papel a nivel regional en las Series Nacionales, algo que ya tienen en su mano ya que han finalizado la competición regular invictos y ya esperan la promoción, que se jugará a mediados del mes de marzo. "Están todas muy involucradas", indica.

Al igual que en el hockey, Garmendia también cuenta con palmarés en el pádel: subcampeón de Asturias en más de 40 años, campeón de Asturias en Primera categoría con el Centro Asturiano de Oviedo, y varios triunfos en torneos regionales, tanto en categoría mixta como masculina.

Hockey y pádel, dos deportes que forman parte de la vida de Ignacio Garmendia. Quizás uno más que otro, sobre todo, por los años dedicados a él. Eso sí, de momento, seguirá con el ritmo y apostará por seguir combinando ambas actividades. "Llevo en el deporte toda la vida, seguiré hasta que el cuerpo aguante", indica. Y es que además de hockey y pádel, Garmendia fue durante años profesor de esquí. Y sí, también le queda tiempo para desarrollar su trabajo profesional y para el ocio tanto con la familia como con los amigos. Porque no hay nada mejor que organizarse y querer, algo que Garmendia lleva a la perfección a juzgar por los hechos.

Es fin de semana y Garmendia sabe que tiene que coger el silbato o la raqueta, o las dos cosas. Pero no pasa nada, porque es su vida. Y así lo lleva haciendo desde hace ya varios años. "Me encanta el deporte", recalca. Por eso Garmendia no tiene en mente ni colgar el silbato ni dejar la pala porque al final "lo pasamos bien y es una forma de seguir haciendo lo que me gusta", concluye.

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