¿Debería tronar más o menos? Si nos atenemos al momento histórico en el que la minería está a punto de desaparecer, el ruido sería atronador. Pero si aceptamos la sordina que el decaimiento paulatino ha aplicado al sector, apenas daría para una tormenta de verano. Las cartas a los Reyes Magos, los deseos para el próximo año o los deseos a Santa Bárbara solían estar repletos de carbón. Ayer, al celebrarse la patrona de los mineros, se clamó contra la descarbonización. Pero sobre todo se pidió que la "transición ecológica justa" (sea esto lo que sea que vaya a ser) nos sea propicia, si es que el entrecomillado no es ya de por sí un galimatías eufemístico poco edificante. Pedro Sánchez, en una reunión sobre el clima en Polonia, se acordó de las comarcas mineras, a las que prometió una reactivación justa por el acelerón descarbonizador. ¡Todo son palabrejas y necesitamos hechos!, roguemos a Santa Bárbara...
