De Carrio, sí, que estuvo siempre al otro lado del río. Y fue donde han avistado, hace muchos años, una ballena. Que en Carrio se ha registrado la mayor hecatombe de mina en el concejo de Laviana, la de La Sota, en 1924.

Pues de Carrio trata una nueva publicación escrita por Alejandro Alas Blanco: "Historia de la Minería del Carbón en la Parroquia de Carrio, Laviana", cifrada entre los años de 1872 y 2019.

Pulcramente editada es una recopilación histórica, debidamente datada en fechas y nombres. Un aporte que refleja cuáles y de quiénes eran las explotaciones mineras, que iban pasando de unas manos a otras. En este documento, refiere el autor que las primeras minas en el concejo de Laviana están registradas en la zona de Tiraña.

Alejando Alas Blanco, investigador sobre la minería e industria de esta parte del Nalón, ha sido quien nos aportó los documentos suficientes que indicaban que las minas de Cándido Blanco Varela, así como "La Campurra", pasaron a manos del industrial catalán Josep Fradera por medio del banquero prestamista, Esteban Rodríguez Canga, natural de La Felguera, pero establecido en Pola de Laviana, donde además de banca propia era agente de otras bancas y recaudador de Contribuciones, el cual se había hecho con las minas de Blanco Varela al no poder éste satisfacer el pago de varios préstamos equivalentes a 105.000 pesetas por los años de 1929. El precio en que después vendió el banquero al industrial catalán fue superior a las 640.000 pesetas.

Si se me permite, el día en que en Gijón se firmaron las escrituras de cesión de unas partes a otras, entre el antiguo dueño de las minas, Cándido Blanco Varela, el prestamista Esteban Rodríguez Canga y el industrial cementero catalán, Josep Fradera, diré que al final, al ir a tomar el café y comerse unos pasteles, el importe de lo consumido corrió a cargo del más arruinado, Cándido Blanco Varela, lo que no es nada extraña pues entre los tres, un prestamista y un catalán, el pagano fue el que menos tenía.

Vista esta serie de documentos que nos ha aportado Alejandro Alas, y que se han publicado en el Álbum Histórico Gráfico de Laviana, no otra cosa nos queda que felicitar al autor por su nuevo aporte a la historia minera de Carrio, al cabo, Laviana, donde describe hechos y fechas que no siempre han estado ni están al alcance de quienes desean conocer el desarrollo de la minería en esta parte del Nalón. Vaya para el investigador lavianés Alejandro Alas, un aplauso por lo que ha aunado para la historia de Laviana.