La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sama, festejos y jazz americano en 1962

El exitoso desfile de la banda de música de la base americana de Torrejón de Ardoz

En junio de 1986 el grupo americano de garaje "The Fleshtones" dieron, en el por aquel entonces denominado parque nuevo de La Felguera, uno de los más épicos conciertos de este estilo que haya habido en Asturies. Arropados con un potente saxo, y ante unos cuantos miles de espectadores, desgranaron su fecundo repertorio frente a una audiencia bastante entregada, mientras otro sector del público comenzó a entonar durante el concierto cánticos como "yankees go home" u "OTAN no, bases fuera". Hay que tener en cuenta que todavía estaba muy presente entre algunos de los asistentes los resultados del fallido -para un importante sector de la izquierda de este país- referéndum sobre la OTAN, y que aquellas pintadas que en la jornada de reflexión inundaron buena parte de las paredes de la Cuenca del Nalón con el eslogan "Vota NO te lo pide el cuerpo" no habían surtido mucho efecto.

Ironías del destino, muy pocos -casi me atrevería a decir que ninguno- de los que estuvimos en aquel concierto de "The Fleshtones", éramos conocedores que veinticuatro años antes, la Banda de Música de la Base Americana de Torrejón de Ardoz desfiló, al parecer con bastante éxito de público, por las calles de Sama invitada por la Sociedad de Festejos de Santiago y con el auspicio de la Embajada Americana en Madrid. En el porfolio de 1963 editado por dicha sociedad de festejos se publicó un reportaje, con abundante material fotográfico de dicho evento, donde se puede ver una numerosa banda de metales y maderas desfilando por las calles del distrito samense.

Para entender la presencia de esta banda militar en el concejo de Llangréu es necesario remontarse al acuerdo -el denominado Pacto de Madrid- que el gobierno de Franco firmó con el norteamericano en 1953, que facilitó la implantación de las bases militares americanas en territorio español: Morón, Zaragoza, Rota y Torrejón. De esta forma el gobierno estadounidense lograba un aliado geoestratégico en plena guerra fría frente al bloque comunista, y el régimen franquista conseguía a su vez un importante balón de oxígeno en el tablero político internacional, además de las pertinentes ayudas económicas y militares. Franco lograba así afianzar su régimen dictatorial, en los estertores del proceso autárquico, en un marco europeo mayormente democrático.

Estas fueron las coordenadas históricas en las que el jazz, junto a otro conjunto de acciones económicas, políticas y culturales, jugaron un importante papel instrumental para conseguir una mayor aceptación de la presencia americana, y su modo de vida, en el siempre difícil territorio español. La empresa no era fácil ya que, inoculado a sangre y fuego, y no es metafórico, por Franco y sus secuaces, los valores -casi diríamos que raciales- y con fuertes connotaciones económicos y culturales, de su preferido eslogan: "España Una, Grande y Libre", las reticencias podían aflorar con facilidad tanto en los sectores gubernamentales más reacios como en la jerarquía eclesiástica más conservadora. Así pues, junto al incipiente turismo internacional y la introducción de los principios consumistas, los españoles volvían a escuchar jazz con una mayor asiduidad, algo que desde los años veinte del pasado siglo no ocurría. En el caso de la comarca del Nalón la existencia en la década de los cincuenta y sesenta del XX de orquestas como "Los Embajadores del Jazz", "Henry Jazz", "La Orquesta Oriente" o "La Orquesta Jazz Alonso" (Martín Martínez, Félix, UNIOVI, 2013) debió permitir una cierta familiaridad de sus habitantes con este género, no obstante el repertorio que manejaban era más bien residual en lo que concierne al mismo, y por supuesto no tenía la intensidad que podía imprimir una banda, tanto por número como por técnica, como la de los americanos.

Desconozco los temas que la citada XVI Banda de Música de la Base Americana de Torrejón de Ardoz interpretó en su periplo langreano, aunque no cabe la menor duda que un buen número de piezas de corte jazzístico tuvo que "caer". Las crónicas de los periódicos de ámbito estatal de la época así lo atestiguan, señalando que esta banda de músicos americanos intercalaban en su programa, junto a temas emblemáticos del folklore español, por aquello de agradar al público, otras genuinamente americanos y por tanto con una gran impronta jazzística. Todo ello dentro de un plan político que buscaba "suavizar" la presencia americana en territorio español, siendo numerosos los conciertos que esta agrupación musical dio por nuestro país durante la década de los sesenta del XX, algunos de ellos en localidades de Asturies como Avilés o Uviéu. En el concejo de Llangréu volverían a actuar de nuevo en 1963 en los Festejos de Santiago, siendo la Banda de Música de la Base Americana de Torrejón de Ardoz la encargada de amenizar por la mañana su apertura con el oportuno desfile por Sama, además de ofrecer ya por la tarde-noche un concierto y otro desfile.

La importancia de las bases americanas para el desarrollo del jazz en España ha sido puesta de manifiesto por autores como García Martínez, José María (Alianza Editorial, 1996) o Iglesias, Iván (CSIC, 2017). De hecho, las bases americanas fueron las que introdujeron en España -en sonido estéreo- las emisiones de radio a través de la frecuencia modulada (FM), en las que el jazz tenía una amplia representación. En el caso de la base americana de Torrejón de Ardoz hasta tres programas semanales de este género se llegaban a emitir en la década de los sesenta del XX (Iglesias, Iván; 2017). Por no hablar de la presencia de músicos profesionales en sus filas, que otorgaba a estas agrupaciones musicales una calidad incuestionable. A este respecto, se tiene constancia que músicos de la Banda de Música de la Base Americana de Torrejón de Ardoz eran asiduos de los clubs de jazz de Madrid y Bilbao.

El año 1962 tiene una fuerte connotación política en la Cuenca del Nalón como consecuencia de la huelga minera de la primavera de ese año que acarreó un duro proceso represivo sobre el movimiento obrero por parte del franquismo. Las condiciones socioeconómicas en la comarca del Nalón eran duras, mientras que en algunas zonas de España se atisbaba un aperturismo -social que no político- donde el jazz jugaría un papel de edulcoración de la presencia americana. En este contexto, en Sama de Llangréu se disfrutó, más allá de su uso como herramienta política fruto del hermanamiento hispano-americano, de un pedazo de uno de los géneros musicales más apasionantes del siglo XX y del XXI, pudiendo haber sido de las primeras veces que fue ejecutado en nuestra comarca por músicos extranjeros.

Compartir el artículo

stats