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A mi aire

Lo que vale un peine

Cuando alguna persona se dirige a cualquiera de nosotros con la conocida frase de "te vas a enterar de lo que vale un peine", automáticamente debemos de ponernos en guardia, porque su significado resulta un aviso de problemas varios.

Así que ahora mismo, confinados en nuestros domicilios, todo de un modo súbito y precipitado por evidente mala praxis gubernamental, nos vamos enterando de lo que vale el peine del dicho.

Alguien dijo que de todas las cosas negativas siempre se puede extraer algo positivo, !a la fuerza ahorcan! Pero tiene su parte de verdad.

Estos primeros días transcurren dedicando más tiempo a cosas que teníamos un tanto olvidadas: organizar papeles, archivos y diversas cosas que cada cual va dejando para "mañana", leer el periódico con tranquilidad olvidada o algún libro que ya ni te acordabas de él, o habías dejado a la mitad. Todo positivo.

Por el contrario te sigue cabreando los insolidarios habituales, los mismos de siempre, que no hace falta citar, pues su plumero llevan años luciéndolo y como no se les mete mano, cada vez van a peor.

También a río revuelto resurge el vandalismo, robos o intento de timos a cuenta del Covid-19, por individuos que hacen creer a personas mayores que les van a hacer el test del virus para esquilmarles. No se les pone nada por delante.

Y como a reyes de la picaresca no nos gana nadie, algún espabilado ofrece, previa propina, a su perro, que ye muy "tranquilín", para sacarlo a pasear, con lo que de paso lleva implícito que el "paseador" pueda estirar sus piernas y hacer ejercicio. Lo que no inventemos nosotros no lo hace nadie.

Habrá que ir arrancando púas al peine por cada jornada que pasa, confiando que no haya que llegar hasta el otro extremo.

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