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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

El Sporting busca relator

La complicada tarea que tendría por delante el nuevo consejero rojiblanco

A la espera de conocer el contenido de la arenga de Torrecilla prevista para mañana para tratar de subir la moral de la tropa y de su análisis sobre el papel del equipo en la primera vuelta, las huestes rojiblancas se entretienen con la posibilidad de que el consejo rojiblanco haga un nuevo fichaje, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA. El elegido es Jorge Guerrero, presidente de una de las dos agrupaciones que dan cabida al extenso catálogo de peñas rojiblancas. Del sucesor de Pepín Suárez Braña al frente de la Federación de Peñas, al club le atrae especialmente que Guerrero tiene línea directa con Javier Tebas. Nunca viene mal que el patrón te tenga en sus oraciones y cimentar las relaciones con el que todo lo manda, y que en su día prestó sus servicios como abogado al club.

El Sporting ve en Guerrero a un relator, esa figura que ha puesto de moda estos días el lodazal de la política patria, que sirva como nexo de unión entre la entidad y su masa social. El dirigente peñista, ya sea como miembro de pleno derecho del consejo o como asesor externo, también gusta porque se ha pensado en él para que sea la cara visible que ponga en marcha los deseos de Tebas de acabar con los sectores de aficionados más radicales que aún sobreviven en Gijón. El plan, a nivel nacional, pasa por desactivar los reinos de taifas que hay en muchos fondos de los campos de fútbol en los que los radicales, literalmente, y entre otras cosas, tienen llaves de los estadios, por donde campan a sus anchas. Situación a la que, por cierto, se llegó con la complicidad de los clubes.

Y una vez saneados los campos de personajes violentos, el siguiente paso sería organizar los denominados fondos de animación, tal y como, por ejemplo, ha hecho el Real Madrid en el Bernabéu. Habrá que ver cómo se le da la operación al Sporting, con una propiedad sabedora de que no cuenta con la simpatía de parte de la masa rojiblanca después de un divorcio tóxico que se produjo hace décadas y cuya virulencia sólo es aplacada por los resultados.

El problema con el que se puede encontrar el relator Guerrero es precisamente el mismo que le hace, a ojos de la entidad, el hombre idóneo para el puesto: su relación con Tebas. Los ultras, y no sólo los domésticos, tienen a Tebas en el "top one" de los más buscados por eso de que quiere darle el paseíllo al mundo radical futbolero y sustituirlo por colectivos menos problemáticos y más maleables. Y en Gijón, parte del sector radical acusa a Guerrero de estar detrás de ciertas denuncias ante la Liga sobre acciones llevadas a cabo por los ultras, como el bengaleo previo al derbi de hace un año.

Ahora está por ver si finalmente el club concretará la operación y fichará a Guerrero, o si por el contrario dará marcha atrás asustado por el ruido de sables. Mientras llega la solución, esta semana se hará más corta gracias a la esperada comparecencia de Torrecilla, el relator de la parcela deportiva, el último dique.

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