Se echó el telón a una temporada en Tercera que mantuvo la incertidumbre hasta la última jornada sobre quienes ocuparían los puestos de mayor trascendencia. Al final no hubo sorpresas ni en la zona de play-off ni en la de descenso. Se clasificaron los equipos que entraban dentro de los pronósticos al comenzar la temporada. Campeón se proclamó el Lealtad, que hubo de esperar unos segundos después de la finalización de su choque con el Llanera para poder celebrarlo, ya que el campeonato dependía de que el Marino marcase un gol. Los de Samuel realizaron una histórica temporada pues, además del campeonato, ganaron la Copa Federación y acabaron invictos, siendo los menos goleados. Segundo fue el Marino, que también despachó una gran temporada estando a un gol de proclamarse campeón y que batió su propio récord de victorias, llegando a los 90 puntos, una cifra que en lo que va de siglo solo un segundo consiguió. En tercera plaza finalizó el Caudal, que no respondió a las expectativas creadas, a quince puntos de los dos primeros, cuando su objetivo era el campeonato. Y la cuarta se la adjudicó el Covadonga, el equipo más goleador, en dura pugna con el Llanera, que se quedó a las puertas y fue la revelación.
Por abajo, regresan a Preferente los tres que habían ascendido. No obstante, salvo el San Claudio, que hace varias jornadas que había perdido la categoría, tanto Universidad como Madalena estuvieron vivos casi hasta el final. Los estudiantiles certificaron el descenso en la penúltima jornada y el Madalena lo hizo en la última al no poder pasar del empate en el Estadio Universitario. Marcando la salvación finalizó el Gijón Industrial, que fue la sorpresa negativa en esta parte de la tabla, ya que logró la salvación a cuatro minutos de acabar la competición y su objetivo parecía ser otro.
Ahora solo queda desear suerte a los que disputan la promoción y esperar que la próxima temporada batamos récord de representantes en la categoría de bronce.
