La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo González

EN TERRITORIO COMANCHE

Pablo González

Solo puede quedar uno

El Sporting vacía el trastero. Del grupete de jugadores que trabajan en solitario cuando no hay cámaras por eso de los burofax de la AFE, salen Traver y Santana. Como en "Los inmortales", del núcleo de desheredados por Javi Rico y las circunstancias "solo puede quedar uno", y es de Luanco. El pulso con Nacho Méndez sigue. No se quiere otro "caso Jony", por lo que el DD se ha puesto duro. El club tiene derecho a gestionar sus recursos humanos como le plazca. Está por ver si este paso al frente, se supone que prietas las filas, no acabará con Rico hablando solo en un rincón y con los consejeros mirando al cielo y silbando "yo no he sido". Preocupa el debate que genera la situación. Se escudriñan puntos y comas. Todo sea por justificar paguitas de ministro alemán en tiempos de recortes, promesas incumplidas y traiciones más viejas que la imprenta. Aunque debería reinar la calma. Mientras exista el covid, El Molinón seguirá ciego y mudo. No habrá que pasar malos tragos por vociferantes seres mentando a madres y padres o por una pancarta sin el visto bueno de la censura. Y de no ser así bastaría con llamar a la televisión que manda para que cambie el plano y ponga música militar. Tampoco hay que aguantar miradas torcidas en noches de bohemia. Lo que cuenta es que el balón entra y el hijo adoptivo serbio asume que hay que intentarlo con la zurda. ¿Lo hará ese domingo en el que solo puede quedar uno?

Compartir el artículo

stats