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Opinión

El imborrable recuerdo de Jesusín

Jesús González Alonso fue todo un virtuoso del piano, y su prematura muerte, un golpe para todo Gijón

Jesusín tenía seis años y ya llevaba dos estudiando en la Escuela de Música de Gijón con el maestro Enrique Truan. Quienes oímos a aquel pequeñajo tocar aquel día aquel gran piano quedamos impresionados, perplejos, admirados... Ese concierto me quedó grabado y no se me borra transcurridos ya 66 años. Es mi gran recuerdo de Jesús González Alonso, quien da nombre al festival de música que estos días se celebra en Gijón y que le rendirá tributo este miércoles con un concierto homenaje en el Jovellanos por el treinta aniversario de su muerte.

Su madre, Gloria Alonso, y su padre, Pepe González Plaza, se conocieron en la música litúrgica parroquial. Gloria tocaba el órgano y Pepe el violín. Del amor entre ellos y de su amor por la música nació Jesusín. Para ellos fue una satisfacción seguir la carrera ascendente de su hijo en el mundo de la música. De Gijón a Oviedo y luego a Madrid con las máximas calificaciones y con los maestros José Cubiles, Manuel Carra y Ramón Saez de Adana. Una carrera meteórica, para un jovencísimo pianista, que pronto actuó como solista con las orquestas sinfónicas de Renania-Palatinado, Oporto, Brasil, Montreal... recorriendo toda Europa, América y Japón.

Jesús González Alonso consigue innumerables galardones y premios en todo el mundo. En el año 1971, obtiene -con mención honorífica- el diploma de concertista de la Escuela Superior de Música de Viena, de la que es nombrado profesor en el año 1980. Es el primer español que consigue formar parte del claustro de profesores de la prestigiosa escuela vienesa, donde imparte clases de Virtuosismo.

Con la Orquesta Sinfónica de Asturias -donde su padre tocaba el violín orgulloso de acompañar a su hijo- actúa en el Teatro Campoamor, en el Filarmónica, en el Teatro Jovellanos... Y en el Ateneo Jovellanos, donde Gloria, su madre sentada junto a mi, lloraba de emoción, con lágrimas brillando de amor.

En enero de 1988, cuando tenía 41 años, Jesús fallece en San Sebastián , donde era catedrático de Vituosismo del Conservatorio En el cementerio de Careñes (Villaviciosa) asistimos a su funeral. No había espacio en la parroquia. Su padre, Pepe, aguantó el golpe. Pero Gloria , la madre, sufrió mucho durante varios años de dolor. Hasta que la muerte la liberó. Que Dios Nuestro Señor los haya reunido en su Santo Seno, como premio de tanto amor. y dolor.

Gijón recuerda su nombre con un festival internacional que llena la ciudad de música y pianistas llegados de todo el mundo. El nombre de un gijonés que triunfó en el mundo entero, como virtuoso pianista. Que permanezca en nuestra memoria.

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