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Crítica / Música

El puro placer de cantar

Era una ocasión especial, la culminación de un proyecto que el "Coro Joven de Gijón" llevaba meses preparando; en definitiva, un recital a lo grande, con el teatro Jovellanos lleno a rebosar y una banda de músicos de lujo que arroparon cada tema. La expectación se palpaba en el ambiente minutos antes de que el concierto diera comienzo, y toda esa tensión se tradujo en sonoras ovaciones que comenzaron en cuanto los primeros componentes de la coral pisaron las tablas del teatro. La música empezó a fluir y la emoción en el repertorio y el espectáculo fue de menos a más, culminando en una catarsis colectiva que evidenciaban que en este proyecto hay mucho más que música.

El director, Santi Novoa, lo dejó bien claro en una de sus intervenciones: este coro formado por miembros sin conocimientos musicales nace "por el puro placer de cantar", y es que la música no son notas que se leen en un pentagrama, sino sonidos que se surgen en la práctica de tocar y cantar y que despiertan emociones y sentimientos en quienes interpretan y en quienes escuchan. Más aún, cuando la música se hace de forma colectiva, con la complicidad y la compenetración que exige un coro para que todo fluya de manera compensada.

El repertorio y la actitud de este coro se aleja de protocolos y convenciones; esto quedó claro incluso antes de empezar a cantar con la gestualidad natural de sus miembros, que rompe tópicos y desafía el hieratismo y la uniformidad habitual en muchas corales. Abrieron el concierto por la senda del soul, con "Lean on me" de Bill Withers, una pieza cómoda para templar los nervios. La variedad de estilos predominó en el programa: aires brasileños ("Vilarejo"), balada ("Let her go"), hasta el "Salve Regina" en versión "Sister Act". No faltaron villancicos en estilo doo woop ("All I want for Christmas is you" o "Ramala ding dong"), pero fue a partir de la versión coral de "Si te vas" de Extremoduro donde las voces se soltaron del todo configurando un grupo compacto, solvente y con fuerza.

La "Nana" de los asturianos Warcry contó con la colaboración de dos integrantes del grupo: Víctor García (voz) y Pablo García (guitarra). Sería el prolegómeno a los momentos álgidos de la noche: el "Bohemian Rhapsody" de Queen contó con Junior Morel en el papel de Freddie Mercury; el joven hizo un alarde de aplomo y desparpajo, controlando la voz en todo momento y afrontando con valentía los agudos. La merecida ovación puso al Jovellanos en pie. Y en la propina, Tania Martínez demostró talento en la voz solista de "What a wonderful world".

No faltaron los agradecimientos: del director a los músicos y de los miembros del coro a su director y a Santi Martínez, que ha trabajado para que este proyecto fuera posible. El concierto acabó ahí, pero el respaldo del público y la emoción vivida en la tarde del domingo será un importante motor para que los miembros de este Coro joven de Gijón empiecen a pensar en nuevos proyectos.

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