Quisiera escribir tantas cosas que se me mezclan las ideas, se me enredan en la cabeza como si fueran mis cabellos después de una gran ráfaga de viento. Pero voy a intentar empezar con un orden.
Para mí la semana pasada empezó muy bien con la manifestación multitudinaria ocurrida en Madrid, convocada por los partidos de centro derecha. Como siempre, unos dicen que había mucha gente, otros que poca, pero no importa, yo la vi en los medios de comunicación y había muchísima gente. Esa gente que no es aficionada a manifestarse pero que harta de la situación política, del gobierno del guapo Don Pedro que es lo único que tiene, belleza; de sus compañeros en el poder, a los que tiene que obedecer porque para eso le han dado el mando, los podemitas ya dueños de la televisión pública, los separatistas con sus imposiciones para que el Presidente pueda hacer lo que quiere, viajar, utilizar aviones y helicópteros sin parar.
Fue una de esas manifestaciones, ordenada, tranquila, la gente vestida adecuadamente, sin gorros y pasamontañas, ningún contenedor tirado, muchísimas banderas españolas, de las que por fin podemos presumir, enarbolarlas al aire con orgullo y homenajearlas como se merece. Muchos "Viva España", sin miedo a ser llamados fascistas. Ningún insulto a las fuerzas del orden público, ni patadas ni objetos contundentes lanzados a la policía. Llegados a Colón, tres periodistas hablaron en nombre de todos, traduciendo lo que sentimos muchos españoles, y pidiendo convocatoria de elecciones. Luego se disolvió pacíficamente y en unos minutos quedó todo como estaba. Pero abrió el camino para que todos los españoles podamos decir lo que sentimos, declarar nuestro amor a España y sentirnos orgullosos de ser españoles.
Afortunadamente, el resultado fue que Pedro Sánchez convocara elecciones, no sin antes darnos una charla, contando lo bien que lo había hecho todo y una sarta de mentiras que mejor podía haber callado.
Mientras tanto, el juicio a los separatistas, no acusados por cuestiones políticas, que es lo que quieren hacer creer, sino por haber infringido la ley, sigue su curso y parece que va por buen camino. Es una pena la cantidad de dinero que se gasta en toda esa parafernalia, programas de televisión, de radio, ríos de tinta cuando estamos la mayor parte de los españoles hartos del tema.
Ahora empieza la propaganda para las elecciones y todos diciendo lo mismo de siempre. Yo propondría que nadie dijera nada, que no se les dejara espacio en las televisiones, que no se les dieran espacios públicos para que nos suelten los mismos rollos. Todos sabemos quiénes son y que han hecho, tenemos la suficiente información y la suficiente capacidad de juicio, así que dejémoslo reposar y vayamos a votar el día que nos toque y que no se gaste un euro de los que necesitamos para pagar nuestras deudas y ayudar a quién lo que necesita.
Mientras tanto en Venezuela la situación mejora poco. Pensar que a un lado del puente binacional de Tienditas está la ayuda humanitaria para que los venezolanos no se mueran de hambre y medicinas para paliar las enfermedades y que el monstruo de Maduro colocó al ejército en el otro lado y no deja pasar a nadie. Ahora amenaza con poner francotiradores y expertos en lanzacohetes para que nadie pueda hacer nada. Europa, Estados Unidos amenazan con intervenir. Trump y el Tesoro norteamericano ya han aplicado sanciones a 74 miembros del régimen venezolano, incluidos Maduro y su mujer. Se han aprobado sanciones contra el Presidente de la Petrolera estatal, Manuel Quevedo, contra el Presidente de los servicios de Inteligencia, Manuel Ricardo Cristopher Figuera y otros tres altos cargos que son cruciales para la pervivencia del régimen. La Casa Blanca ha sancionado a otros altos cargos venezolanos acusados de cooperar con los servicios de inteligencia cubanos para perpetuar a Maduro en el poder.
Guaidó tiene apoyo internacional, pero Maduro,apoyado por Rusia y China, se aferra al poder. El nuevo Presidente ha recibido el apoyo de miles de venezolanos que se han manifestado en su favor y ha prometido que la ayuda entrará sí o sí. Ya se ha repartido algo de ayuda gracias a los voluntarios pero no se sabe por dónde ha entrado. Veremos a ver qué pasa el 23, roguemos para que pueda entrar la ayuda sin violencia.
Tampoco podemos olvidar que hay otros países en Hispanoamérica que son un polvorín y debería comenzarse a hacer algo ya. Por ejemplo, Nicaragua, en donde el Presidente Ortega se está convirtiendo en otro monstruo dictador y tirano. Hay una gran represión, sobre todo contra los jóvenes y estudiantes.
Muchos españoles que vivían allí tranquilamente, muchos casados con nicaragüenses han tenido que escapar con lo puesto, perdiéndolo todo. También la situación en México es cada vez peor, el nuevo Presidente está cerrando empresas, poniendo a miles de mexicanos en la calle, la situación va a estallar si no se le pone freno.
