El tripartito continúa sin dar una respuesta satisfactoria a las familias ovetenses que necesitan y tienen derecho a las ayudas municipales para la erradicación de la pobreza infantil. Tal parece que con su silencio pretenden que el tema se olvide, pierda actualidad y desaparezca. Pero un asunto como este no puede desaparecer sin más: hay 357 familias que cumplen los requisitos que ha puesto el propio tripartito para acceder a estas ayudas y que no pueden quedar sin ellas porque al desgobierno municipal se le olvidó dotar adecuadamente las partidas correspondientes.
Los afectados ya han mantenido varias reuniones con los responsables políticos de la corporación y continúan sin recibir una respuesta que resuelva este problema. Parece mentira que el autoproclamado gobierno de la gente se comporte de esta forma tan despectiva con la gente que de verdad necesita y que de verdad tiene derecho a estas ayudas.
Todas las explicaciones que pueda dar el tripartito son ridículas ante la evidencia del problema que han generado. Se escudan en un supuesto incremento desmesurado de la demanda de ayudas, cuando, en realidad, el año pasado habilitaron un presupuesto de 1.082.000 euros y para este lo rebajaron, sin ninguna razón y cuando era palmario que iba a haber una mayor demanda, a 987.000 euros. Es decir, ellos mismos dejaron sin fondos estas ayudas y generaron un grave problema para 357 familias.
No hay, pues, justificación alguna para este gravísimo error. Y mucho menos para que se retrase, sin ninguna explicación y con una ofensiva falta de sensibilidad, las soluciones oportunas para que estas familias tengan la ayuda que necesitan y a la que tienen todo el derecho. Estamos hablando de una cantidad ridícula en comparación con el despilfarro de este desgobierno y es inadmisible que sean incapaces de poner en marcha mecanismos para abonar estas ayudas. Como es habitual, intentan culpar a los técnicos de una cuestión que es claramente política porque son los políticos quienes deciden qué recursos se destinan a estas ayudas y son los políticos quienes deben tener el compromiso de cumplir con las personas que las necesitan.
El mismo tripartito que retuerce la legalidad para seguir adjudicando a sus partidos y sus aliados políticos chiringuitos con los que financiarse, el mismo tripartito que ha asaltado las arcas municipales con contratos menores adjudicados a dedo a sus huestes, ese mismo tripartito que vive bajo la falsa propaganda de preocuparse más que nadie por la gente es el que da la espalda a los niños de estas 357 familias en riesgo de pobreza infantil.
Es fácil imaginar cuál sería la postura del tripartito si quien dejara abandonadas a estas 357 familias fuera el Partido Popular. Estaríamos ante casi una revuelta social. Pero como la culpa es suya y son incapaces de ofrecer cualquier solución positiva a los problemas reales de Oviedo y de los ovetenses, ahora esconden la cabeza bajo el ala y miran para otro lado. Se pelean entre ellos por comisiones de investigación innecesarias o por cuestiones electoralistas pero actúan como fieles cómplices ante una injusticia tan evidente como es privar a 357 familias de los 700 euros de ayuda que necesitan para salvar a sus hijos de la pobreza.
Algún día los miembros del tripartito, tan propensos a exigírselas a los demás, deberían asumir responsabilidades políticas. Y este tema es un buen momento para hacerlo: quien sea culpable de esta situación, y del desprecio que se está haciendo retrasando la solución, debería dimitir de inmediato. O ser cesado. Porque resulta indecente que la única respuesta al sufrimiento de estas familias sea el espectáculo diario de las puñaladas traperas entre los socios del tripartito pensando única y exclusivamente en sus intereses electorales.
