La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

Dieta autóctona

Autóctona de aquí, porque yo soy autóctono de Pravia. Pasadas las comilonas propongo caminar: desde Pedro Caravia, Avenida de los Monumentos arriba, atajo por un caminín al Museo del Prerrománico, caleya a San Miguel de Lillo, gran rampa a la Fuente los Pastores, Peña el Fuelle, senda Ramón Montes y Pico'l Paisanu, o Sagrado Corazón; no hay bar; seguid el cordal hasta el Naranco, ventoso pero sin ventorrillos; detrás de la antena la senda inclinadísima (resbálase bien en la helada) hasta topar con la carretera en su tramo más oriental; Descanso del Vaquero (¡del vaquero, no de vosotros!), Lillo, Palacio de Ramiro (ahí, de faldas y montera, mostacho y carmín, vi el martes a Rodrigo Cuevas, ante cámaras de cine), y asfalto abajo hasta el punto de partida. Poco más de una legua de aire limpio, paisaje admirable, algún tordo y dos horas; si engordasteis mucho puede llevaros más, y de no intentarlo costaros una vida entera.

Compartir el artículo

stats