Gibraltar a un lado y al otro el Monte Hacho, en la ceutí península de Almina, conformaban el basamento de las Columnas de Hércules, hito del fin del mundo. Non Terrae Plus Ultra (No hay tierra más allá). Columnas y lema enmarcan el escudo de España, del que unos se avergüenzan, otros exhiben malamente... A la cumbre del Hacho, donde ondea la roja y gualda, subí el Jueves Santo con permiso de una cabo del Grupo VI de Artillería Antiaérea, de guardia en la fortaleza de acceso; a la bajada, en el Oasis, tomé un té sin IVA, escanciado por Abselam. Se acababa la tierra al otro lado de las Columnas pero Estrabón siguió y llegó al Mélsos (Nalón) y a Noíga (Pravia); antes pasó Ptolomeo, antes Herodoto y hace 30.000 años los neandertales, que llegaron a La Manjoya, el Monte del Júbilo, donde acabamos de descubrir hachas musterienses. Detrás o al frente, a esta banda o a la contraria, siempre hay un Más Allá.
