Ciencias Planetarias

La Luna tuvo volcanes similares a los de la Tierra

Los investigadores revelaron características únicas del antiguo vulcanismo lunar, gracias a un nuevo tipo de instrumento que analiza las longitudes de onda de microondas

Según los científicos, las características de la superficie central de la región analizada se asemejan a la topografía de un sistema volcánico. Esto incluye una fuente geotérmica anormalmente caliente, que se explica por la presencia de un sistema granítico de aproximadamente 50 kilómetros de diámetro debajo de la Luna.

Según los científicos, las características de la superficie central de la región analizada se asemejan a la topografía de un sistema volcánico. Esto incluye una fuente geotérmica anormalmente caliente, que se explica por la presencia de un sistema granítico de aproximadamente 50 kilómetros de diámetro debajo de la Luna. / Créditos: Matthew Siegler, PSI.

Pablo Javier Piacente

Los científicos han demostrado que un gran volcán en la Luna alguna vez fue alimentado por una cámara de magma de granito mucho más grande por debajo de la superficie: se trata del proceso volcánico más similar a los que tienen lugar en la Tierra que se ha identificado hasta hoy en la Luna.  Se descubrió en el área de Compton-Belkovich, que se cree que es un volcán extinto: aún esconde una gran fuente subterránea de calor.

Utilizando un nuevo tipo de instrumento de microondas, un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Planetarias (PSI, según las siglas en inglés), en Estados Unidos, ha descubierto evidencia de un proceso volcánico en la Luna que solo se había visto hasta el momento en la Tierra. Según el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Nature, el descubrimiento fue posible gracias a las mediciones provenientes de los orbitadores lunares chinos Chang'E 1 y 2.

El vulcanismo lunar y sus misterios

Según los investigadores, antes de la década de 1950 se pensaba que los cráteres de la Luna estaban relacionados con volcanes. Sin embargo, los estudios asociados con las misiones Apolo cambiaron esta perspectiva, mostrando que casi todos estos cráteres habían sido originados por impactos de rocas espaciales.

A pesar de esto, nuevas investigaciones han vuelto a analizar el posible vulcanismo de la Luna. “Hubo abundante vulcanismo, con basaltos de inundación, lavas delgadas que fluyen, que cubren aproximadamente el 16 % de la Luna, pero no tanta actividad en torno a lavas silícicas más gruesas, que podrían formar algo que llamaríamos un volcán en la Tierra”, dijo en una nota de prensa Matthew Siegler, líder del grupo de investigadores. 

Sin embargo, esta idea podría comenzar a cambiar, de acuerdo a los hallazgos de los científicos estadounidenses. “Usando un instrumento que analiza las longitudes de onda de microondas, más largas que las infrarrojas, a bordo de los orbitadores chinos Chang'E 1 y 2, hemos podido mapear las temperaturas debajo de la superficie. Lo que encontramos fue que uno de estos presuntos volcanes, conocido como Compton-Belkovich, brillaba absolutamente en longitudes de onda de microondas”, agregó Siegler en el mismo comunicado. 

Básicamente, esto significa que la zona aún está caliente, no necesariamente en la superficie sino a nivel subterráneo. La única forma de explicar esto, según Siegler y su equipo, es por el calor adicional que proviene de algún lugar debajo de la corteza lunar, a grandes profundidades. En consecuencia, Compton-Belkovich no solamente habría sido un volcán antiguamente, sino que también sigue escondiendo en la actualidad una gran fuente de calor por debajo de su estructura.

Un volcán lunar similar a los terrestres

La evidencia hallada en la superficie muestra que este volcán probablemente entró en erupción por última vez hace 3.500 millones de años, por lo que el calor no proviene de la lava fundida ni nada parecido, sino que nace de los elementos radiactivos en la roca, ahora sólida. El único tipo de roca que realmente contiene suficientes elementos radiactivos es el granito

Denominadas técnicamente batolito granítico, estas estructuras son enormes cuerpos de más de 20 kilómetros de lo que alguna vez fue lava subterránea, que nunca estalló. Los batolitos se encuentran debajo de las cadenas volcánicas, como por ejemplo los Andes en América del Sur, y son básicamente el “sistema de plomería” que los alimenta. Cuando estos sistemas naturales se enfrían, forman granito. Los granitos, casi ausentes en el Sistema Solar fuera de la Tierra, son un tipo de roca que es básicamente lava enfriada que nunca llegó a la superficie. 

En consecuencia, los datos obtenidos en el nuevo estudio demuestran que un gran volcán en la Luna alguna vez fue alimentado por una cámara de magma de granito ubicada por debajo del mismo, de alrededor de 50 kilómetros de diámetro: se trata del vulcanismo más similar al observado en la Tierra que se ha apreciado hasta el momento en la Luna

Referencia

Remote detection of a lunar granitic batholith at Compton–Belkovich. Matthew A. Siegler et al. Nature (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-023-06183-5